miércoles, 11 de marzo de 2015

Lávate bien!!




Mosaico de unas termas romanas con la inscripción: "Salvom lavisse" (Lavarse es saludable).
Museo de Sabratha (Libia)


Pavimento de unas termas 
públicas de época romana 
(s. II d.C. circa

Mosaicos (opus tessellatum
Museo Arqueológico de Sabratha, Libia





Recuerdo que en seguida que los vi, en una de las últimas salas del Museo de Sabratha (Libia) me llamaron poderosamente la atención. Son dos mosaicos de tesellas bicolores (en blanco y negro, como la mayoría de los que se hacían en los  siglos I y II d.C). Procedían de unas termas públicas de la ciudad.

La ciudad romana de Sabratha está muy bien conservada, ubicada en un lugar idílico, junto al mar. En ella se encontraron numerosos mosaicos, que se han reunido en una colección realmente espectacular. 

¿Por qué me llamaron la atención estos mosaicos? En realidad eran unos mosaicos modestos. En el museo había  muchos más, bastante más espectaculares y opulentos. 

La respuesta está en su temática. No había aquí personajes mitológicos ni decoraciones recargadas. Sus tesellas eran sencillas, de un tamaño medio, alejadas de los mosaicos de pequeñas tesellas (opus vermiculatum) que había podido admirar en Nápoles, Pompeya o Sicilia. 

Mosaico representando un delfín.
Termas de Caracalla (Roma)


Mosaico representando una sepia.
Termas femeninas. Herculano. 

Los mosaicos de las termas frecuentemente aluden a temas marinos (El dios Océano, sirenas, delfines, pulpos y pececillos) Así se pueden ver por ejemplo en las termas de Caracalla en Roma, o en las termas femeninas de Herculano. 

Pero en estos la decoración era sencilla y austera, casi frugal. En el primero, enmarcado por un círculo, aparecían tres instrumentos en forma de hoz, los estrígilos, que eran usados por los romanos para frotar la piel cuando se lavaban (en próximos posts explicaré eso con más detalle). A su lado sendas sandalias,  lo que puede interpretarse como una esponja redonda y un ungüentario de aceite perfumado. Completa el mosaico la frase "SALVOM LAVISSE". Dejando aparte la ortografía, propia del latín vulgar, podría traducirse como "Lavarse es saludable". O mejor, como puntualiza la Dra. Mª José Pena, profesora de latín de la Universitat Autónoma de Barcelona "Es bueno haberse lavado".


Mosaico de unas termas romanas con la inscripción: "Bene laba" (Lávate bien).
Museo de Sabratha (Libia)

El segundo mosaico es todavía más sencillo. Aquí hay solamente dos estrígilos, un círculo que posiblemente pueda ser interpretado como una esponja redonda y una sandalia muy estilizada. La frase, algo más contundente: "BENE LABA" (Lávate bien).

Probablemente estos mosaicos estaban situados en los lugares destinados a lavarse o a ducharse. O tal vez en un pequeño vestíbulo a la entrada y salida de los mismos, donde se dejaban las sandalias y en donde se cogía el estrígilo y el aryballus con el aceite perfumado. 

Al salir del museo, sentí el agradable calor del verano norteafricano, con el mar Mediterráneo enmarcando las ruinas con su intenso azul. Los restos dorados de la ciudad que construyó Septimio Severo relumbraban al sol de la tarde, indiferentes al paso del tiempo. Mientras me recreaba en la belleza de las piedras y del mar, pensé que las campañas para inculcar hábitos de higiene a la población, no habían cambiado tanto, después de todo...

Ruinas de Sabratha (Libia) Al fondo, el Mar Mediterráneo.


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