martes, 4 de agosto de 2015

Medusa (y II): La interpretación psicoanalítica del mito.



Caravaggio

Medusa 
(1597)

Tondo. Óleo sobre lienzo montado en madera
60 x 55 cm.
 Galeria degli Uffici, Florencia





Bernini. 
Busto en mármol de Medusa. Museos Capitolinos. Roma 
El mito de Medusa no sólo fue popular en el mundo clásico. Volvió con fuerza en el Renacimiento y durante el Barroco. Artistas como Caravaggio, Cellini,  Bernini, Rubens y muchos otros trataron una y otra vez este tema.  La representación del mito de la Medusa ha sido un leitmotiv de todos los tiempos, desde los mosaicos romanos hasta el surrealismo daliniano (en El gran masturbador de Dalí hay una cabeza de león-Medusa, con una significativa lengua fálica)  Pero que lectura subliminal podemos hacer de esta simbólica historia? 

En la cabeza de la Medusa, donde los cabellos han sido sustituidos por múltiples serpientes, encontramos un simbolismo sexual. Se ha interpretado la cabeza de la medusa como una alusión a la visión de los genitales femeninos, el pelo púbico que se ha desplazado a la cabeza


Los cabellos serían pues un símbolo que causaría miedo, como puede ser aterrador para el niño la contemplación del pelo genital materno (miedo edípico a la castración). El símbolo se consigue en la fantasía mediante el frecuente fenómeno del desplazamiento (del pubis a la cabeza) que sustituye por oposición, por reacción excesiva la falta de pene de la madre, de la mujer


Magritte. Le viol (1934).
En este cuadro se expresa la transposición del pelo genital al pelo capilar. 



El fenómeno del desplazamiento ha sido evocado en la pintura La violación (Le viol) de Magritte, donde el cuerpo de la mujer migra de forma ascendente, ocupando la localización de la cara. Nos sugiere también las posibles asociaciones del pelo púbico y la barba o el bigote. 

Para los psicoanalistas, las serpientes son considerados usualmente como símbolos fálicos. Las múltiples cabezas de serpiente vienen a ser como un poli-falo, un símbolo de doble significado de destrucción y reproducción, muerte y resurrección. La decapitación se interpreta como una castración (amputación de una parte del cuerpo), y el terror que las serpientes producen a quien las mira sería el miedo a la castración

P.P. Rubens. Cabeza de Medusa. 


Considerando que eran únicamente los hombres los afectados por la mirada de la Medusa, la petrificación que les causaba esta mirada podría ser el símbolo del endurecimiento, la rigidez, la erección que, según Freud, viene de alguna manera a tranquilizarnos y garantizando no solo su diferencia sino también el funcionamiento y la eficacia del propio pene; y la seguridad de que su pene erecto sirve al mismo tiempo como provocación a la mujer castrada 

Benvenuto Cellini. Perseo. Loggia dei Lanzi, Florencia. 

Las hipótesis hasta ahora formuladas quedan reiteradas en considerar la reacción que produce en muchos hombres la falta de cabellos. Si la abundancia de cabellos tiene el simbolismo de energía, vitalidad y belleza, no debe extrañar que la calvicie se vea (antes y ahora) como un problema preocupante, signo de decadencia y de pérdida de facultades, cuando no como una pérdida de virilidad por la asimilación con la castración.




Menos complicada es la asimilación del mito de medusa con los animales de este nombre, cuya corona de filamentos urticantes puede recordar las serpientes ponzoñosas de la cabellera de la gorgona. 




Medusa de Michelangelo Merisi da Caravaggio:







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