sábado, 14 de marzo de 2015

Degas: El podólogo






 Edgar Degas

El podólogo 
(1873) 

Óleo sobre tela  61 x 46 cm 
Musée d'Orsay, Paris



Es ésta una obra representativa de la estancia de Edgar  Degas en New Orléans (de octubre 1872 a febrero de 1873), donde pasó cinco meses visitando a su familia materna. Envuelta en una atmósfera verdosa, una chica descansa en un sofá, con gesto relajado y paciente, una pierna extendida sobre una silla y con los pies desnudos. La chica era Joe Balfour De Gas, la hija de Estella fruto de su primer matrimonio. 

La escena nos traslada a la intimidad de un hogar. El aparador, el espejo, el jarro de agua o los cuadros de la pared nos trasladan a un escenario doméstico, cotidiano. A los pies de Joe, el podólogo realiza la pedicura. En el s. XIX el pedicuro o callista era una profesión paramédica que frecuentemente realizaba su trabajo a domicilio, en las familias burguesas. Sostiene un instrumento metálico en sus manos, a punto de incidir en la piel o en la uña de su paciente y parece concentrado en su labor. Tal vez ha encontrado alguna verruga, hiperqueratosis o onicomicosis, como a veces sucede. 

El tema es una anticipación de los cuadros que Degas dedicará a la toilette femenina. Como anticipación vemos la jofaina (abajo, a la derecha) en escorzo, planteamiento parecido al que aparecerá en algunas de sus obras posteriores. 


viernes, 13 de marzo de 2015

Sífilis, de Ramón Casas








 Ramón Casas i Carbó 

Sífilis 
(1900) 

Cartel de papel  80 x 34,3 cm 
Museu Nacional d'Art de Catalunya, Barcelona




Ramon Casas i Carbó (1886-1932) fue un pintor célebre por sus retratos, caricaturas y pinturas de la élite social de Barcelona, Madrid y París. Cultivó el dibujo y el diseño gráfico y sus carteles contribuyeron a definir el modernismo catalán, movimiento del que es uno de sus más destacados representantes. 

Este cartel, impreso por J. Thomas en Barcelona fue encargado a Ramón Casas para publicitar el Sanatorio del Dr. Abreu, en la Bonanova, especializado en el tratamiento de la sífilis. 


El cartel data de 1900, época anterior a la introducción de la arsfenamina (Salvarsán) el medicamento descubierto por Paul Ehrlich en 1906 y que puede considerarse el primer tratamiento con cierta efectividad para la sífilis. La incidencia de esta enfermedad antes de la aparición de los arsenicales debía ser altísima. Se calcula que afectaba entre un 15 y un 20% de la población. 


El cartel está dividido en tres partes. La zona superior está ocupada por un título, con la única referencia a la enfermedad. La "S" de sífilis (en realidad todas las "s" que aparecen en el cartel) recuerda la forma de una serpiente, en alusión a la peligrosidad y virulencia de la enfermedad, que acecha escondida y taimada en los rincones más insospechados.


Ramon Casas. Dibujo preparatorio para el cartel (1900).
Lápiz conté y pastel. 48 x 28 cm. 
Museu Nacional d'Art de Catalunya 


La zona central está ocupada por la figura de una mujer. Está semidesnuda, sólo cubierta parcialmente por un mantón de Manila, como otras chulas que aparecen en otros carteles publicitarios de Casas (Anís del Mono). La mujer aparece en una pose insinuante, ofreciendo una flor con su mano izquierda (tal vez la tentación, aunque también se ha interpretado como la esperanza de la curación), mientras la mano derecha esconde una serpiente (en forma de "S"), simbolizando nuevamente la sífilis. La mujer aparece desmejorada y pálida, delgada y anémica, con el cabello despeinado, como una personificación de la enfermedad. 


La tercera zona está ocupada por la leyenda en la que se publicitan la eficacia de los tratamientos del Sanatorio (curación absoluta y radical...) y los datos sobre la dirección del centro, en la Bonanova y otra dirección en la calle Vergara, que probablemente correspondía al consultorio del Dr. Abreu. 


El cartel de Ramon Casas se convirtió pronto en un icono emblemático de la sífilis en el cambio de siglo.  




jueves, 12 de marzo de 2015

Ricardo III y la alergia a las fresas







Autor desconocido

Ricardo III 

Temple sobre tabla
National Portrait Gallery, Londres


Ricardo III (1452 - 1485) fue el último rey de la casa de York, y su muerte en la batalla de Bosworth supuso el fin de la Guerra de las Dos Rosas. Hasta hace poco se creía que era jorobado y cojo de nacimiento, aunque el examen de sus restos (hallados en 2012) y su estudio paleopatológico demostraron que padecía una fuerte escoliosis (motivo de su deformidad) que empezó a producirse durante su adolescencia. 

Al parecer Ricardo III padecía una alergia a ciertos frutos silvestres. Tomás Moro identificó estos frutos con las fresas. 

A la muerte de su hermano Eduardo IV, Ricardo, duque de Gloucester, fue nombrado Lord Protector de los hijos de éste. Con la excusa de proteger a los príncipes, todavía niños, los encerró en la Torre de Londres. Tras esto convocó al Consejo de Estado para decidir a quien se proclamaba rey. 

Ricardo utilizó su propia alergia para conseguir sus planes y desembarazarse de uno de sus enemigos políticos. Al parecer, Ricardo - todavía como duque de Gloucester - estaba citado con Lord William Hastings a quien consideraba un poderoso rival. Pero antes de acudir a la reunión solicitó al obispo de Ely que le enviara un cesto de fresas de su huerto. Ricardo conocía perfectamente los efectos que experimentaba cuando comía fresas, pero las tomó a propósito como parte de su plan. 


Vidriera representando a Ricardo III y Anne Neville. Castillo de Cardiff. 

Los efectos de las fresas no se hicieron esperar y a Ricardo le sobrevino un espectacular brote de urticaria. Le comenzaron a aparecer habones por todo el cuerpo, con gran edema y prurito, y la cara se le hinchó. Ricardo entonces irrumpió muy excitado ante el Consejo de Estado y culpó a Hastings de haberlo intentado envenenar con artes de brujería, mostrando los habones de su brazo y de su pecho como prueba. El resultado fue que consiguió la condena a muerte de su adversario, que fue ejecutado poco después. Libre ya de su principal enemigo y oponente, a Ricardo no le costó demasiado ser proclamado como el nuevo rey. 

Si bien la treta política de Ricardo III consiguió su resultado, no estuvo exenta de riesgos, pues el ataque de anafilaxia al que conscientemente se expuso, es un cuadro de extrema gravedad que puede poner en riesgo la vida.


William Shakespeare reflejó este incidente en su tragedia Ricardo III (Acto III, escena IV):  



GLOUCESTER   
When I was last in Holborn,  
I saw good strawberries in your garden there  
I do beseech you send for some of them.


BISHOP OF ELY   
Marry, and will, my lord, with all my heart.


          ( ... )




GLOUCESTER   
I pray you all, tell me what they deserve  
That do conspire my death with devilish plots  
Of damned witchcraft, and that have prevail'd 
Upon my body with their hellish charms? 

HASTINGS 
 
The tender love I bear your grace, my lord, 
Makes me most forward in this noble presence 
To doom the offenders, whatsoever they beI say, 
my lord, they have deserved death. 

GLOUCESTER 
 
Then be your eyes the witness of this ill: 
See how I am bewitch'd; behold mine arm 
Is, like a blasted sapling, wither'd up: 
And this is Edward's wife, that monstrous witch, 
Consorted with that harlot strumpet Shore, 
That by their witchcraft thus have marked me. 

HASTINGS 
 
If they have done this thing, my gracious lord-

GLOUCESTER 
 
If I thou protector of this damned strumpet
Tellest thou me of 'ifs'? Thou art a traitor: 
Off with his head! Now, by Saint Paul I swear, 
I will not dine until I see the same. 
Lovel and Ratcliff, look that it be done: 
The rest, that love me, rise and follow me.






miércoles, 11 de marzo de 2015

Lávate bien!!




Mosaico de unas termas romanas con la inscripción: "Salvom lavisse" (Lavarse es saludable).
Museo de Sabratha (Libia)


Pavimento de unas termas 
públicas de época romana 
(s. II d.C. circa

Mosaicos (opus tessellatum
Museo Arqueológico de Sabratha, Libia





Recuerdo que en seguida que los vi, en una de las últimas salas del Museo de Sabratha (Libia) me llamaron poderosamente la atención. Son dos mosaicos de tesellas bicolores (en blanco y negro, como la mayoría de los que se hacían en los  siglos I y II d.C). Procedían de unas termas públicas de la ciudad.

La ciudad romana de Sabratha está muy bien conservada, ubicada en un lugar idílico, junto al mar. En ella se encontraron numerosos mosaicos, que se han reunido en una colección realmente espectacular. 

¿Por qué me llamaron la atención estos mosaicos? En realidad eran unos mosaicos modestos. En el museo había  muchos más, bastante más espectaculares y opulentos. 

La respuesta está en su temática. No había aquí personajes mitológicos ni decoraciones recargadas. Sus tesellas eran sencillas, de un tamaño medio, alejadas de los mosaicos de pequeñas tesellas (opus vermiculatum) que había podido admirar en Nápoles, Pompeya o Sicilia. 

Mosaico representando un delfín.
Termas de Caracalla (Roma)


Mosaico representando una sepia.
Termas femeninas. Herculano. 

Los mosaicos de las termas frecuentemente aluden a temas marinos (El dios Océano, sirenas, delfines, pulpos y pececillos) Así se pueden ver por ejemplo en las termas de Caracalla en Roma, o en las termas femeninas de Herculano. 

Pero en estos la decoración era sencilla y austera, casi frugal. En el primero, enmarcado por un círculo, aparecían tres instrumentos en forma de hoz, los estrígilos, que eran usados por los romanos para frotar la piel cuando se lavaban (en próximos posts explicaré eso con más detalle). A su lado sendas sandalias,  lo que puede interpretarse como una esponja redonda y un ungüentario de aceite perfumado. Completa el mosaico la frase "SALVOM LAVISSE". Dejando aparte la ortografía, propia del latín vulgar, podría traducirse como "Lavarse es saludable". O mejor, como puntualiza la Dra. Mª José Pena, profesora de latín de la Universitat Autónoma de Barcelona "Es bueno haberse lavado".


Mosaico de unas termas romanas con la inscripción: "Bene laba" (Lávate bien).
Museo de Sabratha (Libia)

El segundo mosaico es todavía más sencillo. Aquí hay solamente dos estrígilos, un círculo que posiblemente pueda ser interpretado como una esponja redonda y una sandalia muy estilizada. La frase, algo más contundente: "BENE LABA" (Lávate bien).

Probablemente estos mosaicos estaban situados en los lugares destinados a lavarse o a ducharse. O tal vez en un pequeño vestíbulo a la entrada y salida de los mismos, donde se dejaban las sandalias y en donde se cogía el estrígilo y el aryballus con el aceite perfumado. 

Al salir del museo, sentí el agradable calor del verano norteafricano, con el mar Mediterráneo enmarcando las ruinas con su intenso azul. Los restos dorados de la ciudad que construyó Septimio Severo relumbraban al sol de la tarde, indiferentes al paso del tiempo. Mientras me recreaba en la belleza de las piedras y del mar, pensé que las campañas para inculcar hábitos de higiene a la población, no habían cambiado tanto, después de todo...

Ruinas de Sabratha (Libia) Al fondo, el Mar Mediterráneo.


martes, 10 de marzo de 2015

Sir Erasmus Wilson: de la dermatología al obelisco







 Stephen Pearce  
 (1819 - 1904

Retrato de Sir Erasmus Wilson 
(1882)

Óleo sobre lienzo 195,5 x 99 cm
Hospital for Diseases of the Skin, Westgate-on-Sea


Stephen Pearce fue un pintor inglés del s.XIX especializado en realizar retratos. Pintó a muchos personajes de la aristocracia de su época y algunos de sus lienzos pueden admirarse en la National Gallery de Londres. También realizó algunas obras de tema ecuestre. El retrato que hoy aportamos aquí es el de Sir Erasmus Wilson, médico y patricio británico que se distinguió por el estudio de las enfermedades de la piel. 

William James Erasmus Wilson (Londres, 1819 - Westgate-on-Sea, Kent, 1884) fue un importante médico y cirujano inglés que se interesó por las enfermedades cutáneas. Publicó numerosos artículos en The Lancet, con casos de escrófulas, anemia e intoxicaciones. 



Sicosis barbae, en una ilustración del libro
On Diseases of the Skin (1868), de E. Wilson.
Impulsó considerablemente la hidroterapia y termoterapia en balnearios, estudiando sus benéficos efectos sobre la salud en general y la cutánea en particular. 

Visitó los países orientales, interesándose por la lepra, las causas del bocio y la influencia de la alimentación en la salud. 


Wilson publicó varios libros de Dermatología: A Dermatological Atlas (1847),  On Syphilis. Constitutional and Hereditary (1852), A Healthy Skin.  (1854), On Diseases of the Skin. A system of Cutaneous Medicine (1868), y Lectures on Eczema and Dermatology (1870-1878). En 1867 funda Journal of Cutaneous Diseases, primera revista británica sobre dermatología. También creó el museo de moldes de cera sobre enfermedades dermatológicas del Royal College of Surgeons. 


Las aportaciones de Wilson a la dermatología fueron muchas: describió enfermedades como la tricorrexis nodosa (1849), eritema nodoso (1857), dermatitis exfoliativa (1870) y patomimias (que él llamaba excoriaciones neuróticas). Además completó el estudio del liquen plano, que ya había sido descrito por Willan, y llamó la atención sobre muchas variedades, como liquen anular, lesiones mucosas, etc. En terapéutica introdujo el ácido benzoico como conservante, posibilitando la confección de ungüentos benzoinados. 



En cambio, sostuvo algunos errores. Siempre se negó a creer en la naturaleza fúngica de las tiñas, pitiriasis versicolor y favus, que consideraba meros cambios degenerativos de las células epiteliales. 


Cleopatra's Needle, el obelisco egipcio que hizo transportar Sir Erasmus Wilson a la capital británica, en su emplaczamiento actual, en la ribera del Támesis


En 1881, Erasmus Wilson fue nombrado caballero por la reina Victoria. 

Wilson amasó una considerable fortuna, y patrocinó obras de mecenazgo y filantropía. Estaba interesado por la Egiptología y con su patrimonio personal, adquirió y financió el transporte de uno de los obeliscos de Cleopatra desde Egipto a Londres, invirtiendo más de 10.000 libras. El obelisco había formado parte del Templo del Sol en Heliópolis en el 1450 aC. La pareja de este obelisco está actualmente en el Central Park de New York. 


El obelisco de Central Park de New York
es la pareja del obelisco de Londres

(Cleopatra's Needle) que trasladó Wilson
El traslado del obelisco - de unos 21 m de altura - no estuvo exento de peripecias. Fue embarcado en Alejandría a bordo del navío Olga. Una fuerte tormenta lo sorprendió al pasar por el Golfo de Vizcaya. El Olga naufragó, embarrancó y tuvo que ser conducido por el remolcador Fitzmaurice hasta el Ferrol, donde lo repararon. 

Finalmente arribó a su destino, siendo emplazado en 1878 en la orilla del Támesis (Thames Embankment). Los ingleses lo denominan Cleopatra's Needle, y en su base, una placa conmemorativa agradece la filantropía de Wilson en tan titánica empresa. Wilson también escribió a este respecto un libro: Our Egyptian Obelisk: Cleopatra's Needle (1877). 





lunes, 9 de marzo de 2015

Los golondrinos de Karl Marx






 Lew Kerbel 

Monumento a Karl Marx
"La Cabeza" 
(1971) 

Escultura en bronce  7'1 m 
Brückenstraße, Chemnitz 
(Sajonia, Alemania)



La cabeza tiene unas proporciones enormes (7'10 metros, aproximadamente 40 toneladas, y fue fundida en 93 piezas). Reposa sobre un pedestal de 13 m de altura de granito de Korninski (Ucrania). Tras ella un gran muro con la frase: "Proletarios de todos los países, uníos" repetida múltiples veces y escrita en alemán, francés, inglés y ruso. Es una de las cabezas colosales de bulto redondo mayores del mundo, después de la Esfinge de Gizeh (Egipto) y la cabeza de Lenin en Ulan-Ude (Siberia). Situada delante de la sede del Partido Socialista Alemán, fue inaugurada en 1971, y presidía lo que entonces se llamaba la avenida de Karl Marx (hoy Brückenstraße). La gente la conoce por el apodo de Nischel (que en alemán central es algo así como Cabeza o Cráneo). 

Su autor es Lew Efimovich Kerbel (Лев Ефимович Кербель, 
1917-2003) un escultor ruso que entre  1950 a 1970 se especializó 
en monumentos a líderes comunistas y de algunos intelectuales. La ciudad de Chemnitz, tras cambiar su nombre a Ciudad-Karl-Marx (Karl-Marx-Stadt,1953) decidió encargarle esta emblemática escultura colosal. Tras la caída del bloque socialista en la última década del pasado siglo, muchas de las esculturas de Kerbel fueron derribadas y destruídas. También se proyectó eliminar este monumento, que incluso tuvo algunas ofertas de compra. Sin embargo,  tras un intenso debate, se decidió preservar la Cabeza de Chemnitz clasificándolo como bien cultural.

Karl Marx (1818-1883) fue un filósofo, intelectual y militante comunista alemán. Junto con Friederich Engels (1820-1895) es considerado el padre del socialismo científico, del materialismo histórico, y del marxismo o comunismo. De origen judío, Karl Marx nació en Tréveris (por aquel entonces, Reino de Prusia). Estudió en Bonn y Berlin, y vivió en París, Bélgica y Londres. Autor de múltiples escritos, destacan el Manifiesto Comunista y El Capital, en los que sostenía que las sociedades avanzan mediante la dialéctica de la lucha de clases que llevaría a la revolución y acabaría imponiendo la dictadura del proletariado. Estas ideas influyeron considerablemente en las doctrinas socialistas de los s. XIX y XX. 


Karl Marx sufría de hidrosadenitis supurativa, enfermedad conocida popularmente como golondrinos y que es una infección profunda de las glándulas sudoríparas apocrinas. Al parecer, le sobrevenían episodios repetidos que afectaban las axilas, las ingles y la zona perianal, provocándole dolorosos abscesos, que en ocasiones requerían ser desbridados. La supuración de estas lesiones se acompañaba de un desagradable olor, que incluso llegó a provocarle cierta marginación social y una vida solitaria. Tal vez por eso tuvo tiempo suficiente para pensar y para escribir El Capital...