jueves, 15 de septiembre de 2016

Cosméticos de baño y aditivos






  Roy Liechtenstein

Mujer en el baño
(1963)

Óleo sobre lienzo 173,3 x 173,3 cm 
Museo Thyssen-Bornemisza. Madrid.


Roy Lichtenstein (1923-1997) fue uno de los máximos representantes del arte pop norteamericano. Tras una primera etapa influida por el expresionismo, plasmó en sus obras temas de la vida cotidiana y de la cultura de masas, inspirándose en bandas dibujadas infantiles y en anuncios publicitarios. Usaba una estética popular, con colores primarios y los puntos bendayinspirándose en el sistema de impresión de los comic. A través de estas obras, aparentemente sencillas, hizo una personal crítica de la sociedad de consumo de finales del s. XX. 

En el cuadro "Mujer en el baño" Lichtenstein da una nueva visión, actualizada del "Baño de Venus", una temática clásica en la historia del arte. En este caso el rostro sonriente de la mujer, muy perfilado, destaca sobre un fondo geométrico de azulejos. Las manos, emergen del agua sosteniendo una esponja. El conjunto puede considerarse como un icono de los usos higiénicos del s. XX y del baño de espuma, obtenido de los múltiples geles, jabones y otros cosméticos que se han multiplicado en nuestra época. 

Algunos de estos cosméticos de baño contienen aditivos (suavizantes, estabilizadores de espuma, aromas, antisépticos...) conformando una amplia panoplia de productos de higiene. Algunos de ellos no están exentos de provocar ciertos problemas.

Precisamente, hace poco (2 de septiembre de 2016) la Food and Drug Administration  (FDA) acaba de prohibir, en el territorio de los EEUU 19 principios activos usados en diversos jabones antibacterianos, ya que no han sido capaces de probar ni su eficacia ni su inocuidad. Además su pretendida acción antiséptica puede crear innecesarias resistencias bacterianas. Sin embargo, estos mismos productos siguen comercializándose en Europa como ingredientes de muchos productos de higiene, sin que se haya realizado ningún tipo de estudio por el momento. 

La prohibición de la FDA afecta a casi 2000 productos. Entre los principios activos afectados destaca el triclosán, sospechoso de ser un perturbador endocrino, que puede producir desarreglos psicológicos y que puede alterar las capacidades reproductivas. La legislación europea sigue permitiendo su uso, por lo que puede encontrarse en docenas de productos en nuestro país, especialmente en geles hidroalcohólicos, productos para la cara, jabones para manos y cuerpo, syndets, dentríficos (al 3%) y colutorios (al 2%). Sin embargo, la Comisión Europea inició un proyecto para reglamentar el uso de este biocida, que sigue en estudio. 

Según la reciente disposición norteamericana, los industriales tienen un año para dejar de fabricar y retirar del mercado los productos con los principios activos cuestionados. aunque el plazo será algo mayor para los productos antisépticos usados en los hospitales. Hasta ahora, triclosan formaba parte del 93% de los jabones antisépticos estadounidenses. 

La FDA recuerda, como colofón a su disposición, que la lucha contra las bacterias debe basarse sobre todo en lavados repetidos (con jabón ordinario) seguidos de cuidadoso aclarado. En los casos excepcionales en los que no se disponga de jabón a mano, la CDC recomienda usar una solución con alcohol al 60%. 


Las obras más famosas de Roy Liechtenstein: 











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