domingo, 9 de octubre de 2016

Dermatólogos judíos bajo el III Reich (y VI): Huída y emigración





Pasaporte del Dr Félix Pinkus
con el segundo nombre añadido (Israel)
(1939)

Comisaría de Berlín.


A partir de la noche de los cristales rotos, era imposible conservar la más mínima esperanza en el futuro de los judíos en Alemania. La huída, la emigración, era probablemente la única salida. Desde que Hitler subió al poder en 1933 hasta 1938 150.000 judíos (30 % del total de judíos en Alemania) habían dejado el país. Tras los pogroms de 1938, emigraron otros 150.000.

Artículo en la prensa diaria con datos sobre la masiva
emigración de los médicos judíos al extranjero.

Entre los huídos  se contaban muchos dermatólogos, que decidieron buscar una nueva vida en el extranjero. Entre la importante oleada de emigrantes se contaban grandes figuras de la dermatología, personalidades como las de Stephan Rothman, Rudolf Baer, Stephan Epstein, los hermanos Felix y Hermann Pinkus, Walter Lever, Erich Urbach, Alfred Hollander, Erich Kuznitzky, Wilhelm Frei, Emil Meirowski, Max Jessner, Franz Herrmann, Franz Blumenthal, Max Wolf, Moriz Oppenheim y Hans Biberstein. Muchos de ellos pasaron primero a Suiza, donde se organizó un activo grupo de dermatólogos, capitaneados por Marion B. Sulzberger que falsificaban documentación y pasaportes para ayudar a pasar a los compañeros desde Alemania a Zurich y a Breslau. 


Marion Baldur Sulzberger (1895-1983)
               National Library of Medicine
Desde allí, la mayoría de ellos se dirigieron a América. Muchos encontraron trabajo en prestigiosos hospitales y universidades. Franz Herrmann se instaló primero en Nueva York, y más tarde trabajó en la Universidad de Boston. Erich Kuznitzky, en Nueva York, donde describió la afectación de órganos internos en la sarcoidosis. Emil Meirowsky, discípulo de Neisser y Unna, se instaló primero en Guilford (Reino Unido) y más tarde en Indiana, donde desarrolló investigaciones sobre cáncer y virus al microscopio electrónico. Tras una rocambolesca huída que le llevó de Oslo a Siberia, Félix Pinkus llegó al Japón donde pasó a EEUU en el último barco hizo el recorrido antes de que estallara la guerra en el Pacífico. Finalmente se instaló en Monroe, Michigan.

 Muchos de los dermatólogos refugiados dirigieron su nueva vida profesional hacia la investigación dermatológica, probablemente influídos por la obra de Stephen Rothman, Physiology and Biochemistry of the skin (1954). Rothman, había llegado a la Universidad de Chicago procedente de Hungría en 1938 y fue uno de los primeros que puso énfasis en subrayar la importancia de la patofisiología de la piel, es decir, las alteraciones en la bioquímica y en la fisiología de la piel, convirtiendo la dermatología en una dermatociencia. Los inmigrantes que le siguieron constituyeron el primer núcleo de la futura Society for Investigative Dermatology, dando un impulso hasta entonces desconocido a la Dermatología Americana, que llegaría a convertirla en líder indiscutida en todo el mundo en el último tercio del s.XX


Bibliografía

Cuerda E, González-López E, López-Estebaranz JL: Dermatología en la Alemania Nazi. Actas Dermosifiliogr 2011;102:423-8 - Vol. 102 Num.6 DOI: 10.1016/j.adengl.2010.09.002

Holubar K, Wolff K. The genesis of American Investigative Dermatology from its roots in Europe. J Invest Dermatol 1989 (Suppl) 92:14S-21S

Sierra X. Historia de la Dermatología. Mra. Barcelona, 1994.

Sierra X. Dermis y Cronos. La dermatología en la historia. Ed. Planeta de Agostini. Barcelona, 1995

Sierra X. Los dermatólogos judíos en la Alemania Nazi. En: Sierra X (ed): Cien Años de Dermatología 1900-2000, pp. 55-69



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