viernes, 12 de agosto de 2016

Pelirrojos en peligro





Gustav Klimt

 Danae
(1907)

Óleo sobre lienzo. 
Galeria Welz. 
  


Gustav Klimt (1862-1918) fue un pintor simbolista austríaco, y uno de los máximos representantes del movimiento pictórico de la Sezession vienesa. Afín a cierto ideario romántico Klimt encontró en el desnudo femenino una de sus más recurrentes fuentes de inspiración y los representó en lienzos, tablas y murales. 

Con frecuencia, Klimt representa a las mujeres con el cabello pelirrojo, e incluso, como es el caso de Nuda Veritas (1899), con el vello púbico de este color, lo que se consideró una manifiesta provocación. El simbolismo de este color capilar - una concepción del cuerpo femenino desnudo sin precedentes historicistas - unido a las largas melenas enredadas, y su similitud con la llama de la pasión o con el fuego infernal están probablemente en la causa del escándalo.  Es también el caso de Danae (1907) enroscada voluptuosamente, exhibiendo su muslo lúbrico en primer plano y recibiendo la lluvia de oro sobre su sexo. Una lluvia de monedas en la que se personificaba a Zeus y que según la mitología permitirá la fecundación de la princesa, que engendrará a Perseo. Una obra que escenifica, ni más ni menos, el acto sexual y el orgasmo.  

Gustav Klimt: Nuda Veritas (1899)
Los pelirrojos siempre han tenido una consideración especial en la representación artística. Tal vez el hecho de ser una coloración capilar muy minoritaria o las connotaciones a las que hemos aludido les han hecho tributarios de ser considerados malos, heterodoxos o cuanto menos, diferentes. 

Pero consideraciones simbólicas aparte, los pelirrojos presentan una genética digna de estudio, y una extrema vulnerabilidad  a los rayos solares.  



El alelo de un gen, responsable del cabello pelirrojo, de la piel pálida y de las efélides podria incrementar el riesgo de sufrir un melanoma, incluso sin exposicion a los rayos UV, según un estudio publicado el 12 de julio de 2016 en la revista científica Nature Communications. Según los investigadores del Wellcome Trust Sanger Institute y de la Universidad de Leeds, el número de alteraciones de la secuencia genética (mutaciones) del tumor es mucho más importante que 21 años de exposición solar. 



Así, para uno de los tipos de mutaciones estudiadas (una base nitrogenada de citosina transformada en timina), los tumores de los portadores del alelo R del gen MC1R (para el receptor de melanocortina 1), que se encuentra en los pelirrojos, contiene un 42 % de mutaciones suplementarias más que lo que es habitual en otros individuos no pelirrojos. Lo que se puede comparar con el riesgo que se adquiere tras 21 años de exposición solar. El Dr. David Adams, del Wellcome Trust Sanger Institute y uno de los autores de este estudio afirma: 



"Desde hace mucho tiempo ya sabíamos que una persona pelirroja tenía una probabilidad más elevada de desarrollar un cáncer de piel, pero es la primera vez que podemos demostrar que este gen se asocia a cánceres de piel con más mutaciones" 

Y cuanto mayor es el número de mutaciones, mayor es el riesgo de que se desarrolle el cáncer.  



Sin embargo, no es necesario ser pelirrojo para presentar este riesgo. Las personas pelirrojas, con piel clara y efélides poseen dos alelos R del gen MC1R, que afecta a la producción de melanina, que además es feomelanina, una molécula un poco diferente a la de los demás (presenta un átomo de hierro incorporado).  Sin embargo, los portadores de un solo alelo (que no forzosamente son pelirrojos, aunque en general hay algún pelirrojo en la familia) presentan también una mayor probabilidad de melanoma. En efecto, una simple copia de esta variante aumenta el número de mutaciones genéticas en el melanoma, la forma más grave (aunque también la menos frecuente) de cáncer de piel. Los pelirrojos constituyen entre un 0'5 - 1 % de la población mundial, pero hay un  6% en el Reino Unido, y la proporción es todavía más alta en Irlanda o Escocia (10%). Es uno de los primeros ejemplos de un perfil genético común que tiene un impacto importante en el genoma de un cáncer y podría ser de ayuda para identificar mejor a las personas de alto riesgo, señala  el Dr David Adams.



Para obtener estos resultados, los autores del estudio han analizado los datos públicos disponibles con las secuencias de ADN de tumores de más de 400 personas. Los tumores de pacientes originarios de todo el mundo, fueron secuenciados en los Estados Unidos y sus datos pueden ser consultados gratuitamente por todos los investigadores. Este estudio ilustra hasta que punto la colaboración internacional y el acceso a los datos son importantes para la investigación.  



El estudio ha revelado igualmente que la variante del gen MC1R no aumentaba sólo el número de mutaciones espontáneas causadas por la exposición a radiación ultravioleta (UV), sino que también el nivel de otras mutaciones. Lo que permite pensar que los mecanismos biológicos responsables del desarrollo de los cánceres con la variante MC1R no son solamente causados por los UV. 



Pero de momento, la mejor manera de protegerse del cáncer de piel sigue siendo protegerse del sol. No son solamente las personas pelirrojas las que deben protegerse de una fuerte exposición solar. Las personas que tienen tendencia a quemarse antes que a broncearse, o las que presentan un tipo de piel poco pigmentado y ojos o cabello claros, o las que tienen muchas pecas o lunares tienen también un alto riesgo. En general, cualquier persona debería protegerse del sol y quedar a la sombra entre las 11h y las 15h, llevar camisetas, sombrero y gafas de sol.  La crema solar puede ayudar a proteger las partes del cuerpo que no se pueden cubrir y se debe usar una con un índice elevado, aplicándola abundantemente y realizando nuevas aplicaciones regularmente.  





Danae di Gustav Klimt: 





jueves, 11 de agosto de 2016

Pere Virgili (y II): Una vida dedicada a la Cirugía









 Pere Virgili 
(s. XVIII)

Bronce
Museu-Arxiu Pere Virgili. 
Vilallonga del Camp (Tarragona)




Hace poco hacíamos referencia al interesante museo que sobre la vida y la obra del cirujano Pere Virgili encontramos en su localidad natal, Vilallonga del Camp. Hoy nos vamos a referir a su vida y a la importante obra que realizó para que la Cirugía tuviese la importancia que merecía. 

Pere Virgili i Ballvé (1699-1776), fue un importante cirujano catalán que impulsó y renovó considerablemente la Cirugía en España en el siglo XVIII y precursor de la floreciente cirugía del siglo XIX. Nació el 15 de febrero de 1699 en la población de Vilallonga del Camp (Tarragona)

Hijo de labradores, se inició como barbero-sangrador en Tarragona a los 14 años. Dos años más tarde marchó (a pie y sin recurso alguno) a formarse como cirujano en Montpellier primero y en París más tarde. Discípulo de André Levret, entró en contacto con los más reputados representantes de las escuelas de obstetricia y ginecología de Europa y terminó la especialización  en Cirugía con 24 años.

 Estuches de material quirúrgico con instrumentos de amputación. Las amputaciones eran intervenciones muy habituales en la cirugía militar de la Armada, ya que era el único tratamiento adecuado para los marinos que eran heridos en un miembro durante los combates navales.    (Museu-Arxiu Pere Virgili. Vilallonga del Camp) 


A su regreso ingresó como cirujano en los Reales Ejércitos, prestando servicio primero en el Hospital Real de Tarragona y poco después en el de Valencia como practicante mayor. En el Sitio de Gibraltar fue cirujano ayudante en el hospital que se creó en Algeciras, donde pronto ascendió a cirujano mayor. En esta ciudad conoció precisamente al cirujano Jean La Combe, que había sido llamado por Felipe V  para elevar el nivel de los cirujanos de la Armada. La Combe estaba proyectando en esos momentos la creación de una escuela en el Real Hospital de la Armada de Cádiz, en la que planeaba exigir la obligatoriedad de asistir a las demostraciones anatómicas. Virgili encontró tan sugestivo el proyecto, que decidió abandonar el Ejército para ir a Cádiz a ponerse a las órdenes del cirujano francés como ayudante de cirujano mayor de la Armada. 


Reproducción del camarote de Pere Virgili en sus viajes a América.
(Museu-Arxiu Pere Virgili. Vilallonga del Camp)  
Viajó tres veces a América, lo que le sirvió para tomar contacto con los problemas reales de un cirujano en un navío. Estuvo destinado en una Flota de Indias al mando del teniente general Rodrigo Torres con las que estuvo realizando viajes a Tierra Firme y Nueva España, así como a Cuba (1738-1740). En 1740 fue nombrado Cirujano Mayor de la escuadra.


     
Para la práctica de la Cirugía era fundamental un buen conocimiento de la Anatomía Humana. Virgili insistió siempre en la necesidad de asistir a las clases de disección en los Colegios de Cirugía. Además de estas sesiones, la anatomía se recordaba con moldeados de cera, de gran precisión. Arriba, a la izquierda, se reproducen los nervios de la cara. A la derecha, se reproduce el árbol repiratorio. (Museu-Arxiu Pere Virgili. Vilallonga del Camp) 

Pero el inquieto Virgili no desaprovechaba cualquier oportunidad para ampliar su experiencia y formación. En el año 1743 pidió licencia para pasar a París a terminar de perfeccionar sus técnicas, de donde regresó en 1745, pasando a demostrar sus nuevos conocimientos y a defender la importancia de la Cirugía. 

En 1747, elevó un memorial al rey Fernando VI, en el que le indicaba la gran carencia de cirujanos en la Armada, que producía muchas bajas por no poder ser atendidos los enfermos y heridos. El resultado de esta demanda fue que al año siguiente obtuvo la licencia para fundar el Real Colegio de Cirujanos de la Armada, en Cádiz, el primero de los Colegios de Cirugía que se crearían por toda España a partir de ese momento.

       
     Izquierda: Escudo del Real Colegio de Cirugía de Cádiz. 
Derecha: Retrato de Pedro Virgili (Facultad de Medicina de Cádiz) 

Los importantes méritos de Virgili lo hicieron acreedor del título Cirujano Mayor de la Real Armada (1749) e incluso llegó a ostentar título de nobleza. Debido a su fama, fue llamado en 1758 a la Corte, al principio como médico de la reina Bárbara de Braganza y más tarde del propio monarca Fernando VI


Aunque mantuvo su vinculación con el Colegio de Cádiz, del que continuó siendo director, su estancia en Madrid supuso una disminución de su actividad científica, agravada además por las polémicas con Vicente López surgidas con motivo de la enfermedad de la reina, y las ya antiguas enemistades con los protomédicos de la Armada, que querían monopolizar las instituciones profesionales de los cirujanos.


 
A la izquierda, ceras anatómicas representando los vasos del hígado, reproducidos con gran exactitud. A la derecha molde mostrando una doble hernia inguinal, un caso que se planteaba con cierta frecuencia. 
(Museu-Arxiu Pere Virgili. Vilallonga del Camp) 

Tras cesar como cirujano de cámara con la llegada del nuevo rey Carlos III, retomó la idea de crear Colegios de Cirugía en los que los nuevos cirujanos pudieran formarse con un buen conocimiento de la anatomía humana. Así, comenzó proyectando la fundación de un nuevo Colegio de Cirugía en Barcelona. 

Tras la derrota de la Catalunya austriacista en la Guerra de Sucesión (1714), y el advenimiento de los Borbones, se había impuesto el Decreto de Nueva Planta, por el que - como castigo al territorio vencido - se habían abolido las leyes e instituciones catalanas, se había prohibido el uso de la lengua propia y se había suprimido la Universidad de Barcelona, trasladándola a la villa de Cervera. Por lo tanto, Barcelona estaba carente de Facultad de Medicina. Pero el severo decreto nada decía de los estudios de Cirugía, que en aquel tiempo no eran considerados universitarios. Por esa razón, Virgili vió la posibilidad de crear, en Barcelona un Colegio de Cirugía. Pese a la oposición inicial mantenida por la Universidad de Cervera, pudo llevar a feliz término el proyecto, con la ayuda del cirujano de cámara Pedro Perchet. En 1764 se inauguró el Real Colegio de Cirugía de Barcelona, ubicado junto al viejo hospital de la Santa Cruz y con las mismas características estructurales e idénticas actividades que el Colegio gaditano. Tanta era la vinculación de los Colegios de Cirugía de Barcelona y Cádiz que cualquier alumno matriculado en Cádiz podía asistir a clases en Barcelona, y a la inversa. Circunstancia nada desdeñable, si se tiene en cuenta que muchos de los cirujanos eran marinos y navegaban frecuentemente entre los dos puertos. 



Arriba, cuadro en el que se especifican los horarios, las asignaturas y los nombres de los profesores que impartían clases y daban las prácticas en el "Real Colegio de Cirugía de Cádiz" (1784) y en el que se reflejan las directrices científicas impuestas por Pere Virgili. (Museu d'Història de la Medicina. Barcelona)

Abajo, convocatoria de oposiciones para cubrir la plaza de profesor de Cirugía General y de Anatomía Humana del "Real Colegio de Cirugía de Barcelona" (1784). (Museu d'Història de la Medicina. Barcelona)

  


Aparte de su ingente labor docente, Pere Virgili destacó en la cirugía renal y en la práctica de la primera traqueotomía con éxito. Entre las obras más destacadas de Pere Virgili,  citaremos la “Memoria sobre la broncotomía que en año de 1743, publicada en París por la Academia de Medicina y “Compendio del arte de partear publicada en Barcelona en el año 1765.

Pere Virgili falleció después de una larga inhabilitación por causa de problemas graves reumáticos en la ciudad de Barcelona en 1777.


Firma de Antonio de Gimbernat, discípulo de Pere Virgili y continuador de su obra. 

Pero su obra persistió tras su muerte. En 1780, Antoni de Gimbernat y Mariano Ribas, discípulos de Virgili en Cádiz, fundaron el Real Colegio de San Carlos en Madrid, donde también se formaban cirujanos civiles.


Bibliografía 


Albiol Molné R. Pere Virgili (1699-1776). Fundador dels Reials Col•legis de Cirurgia d’Espanya” Fundación Uriach 1997.

Albiol Molné R. La formación quirúrgica de Pere Virgili, su maestro. Gimbernat 
www.raco.cat/index.php/Gimbernat/article/download/44518/54144

Corbella J. Qui era Pere Virgili i què va fer. Rev R. Acad. Med. Barc. 2011, 26, 85-87
www.raco.cat/index.php/RevistaRAMC/article/download/247500/331406 


Orozco A. Pedro Virgili y el Hospital de Cádiz: en el bicentenario de la muerte del fundador del Real Colegio de Cirugía de Cádiz. Medicina & historia: Revista de estudios históricos de las ciencias médicas, ISSN 0300-8169, Nº. 63 (DIC), 1976, págs. 7-26

Sánchez-Ripollés JM, Pujades X, Riera P. Pere Virgili, un médico naval. 7th International Symposium on Maritime Health, Tarragona, Spain. April 2003 
http://www.semm.org/webtema1/pdf/ab-088-ce.pdf

Zarzoso A. Pere Virgili i Ballbé. Galeria de Metges Catalans. 
http://www.galeriametges.cat/galeria-fitxa.php?icod=JG


miércoles, 10 de agosto de 2016

Pere Virgili (I): Un museo inesperado






 Cal Roso

Sede del Museu-Arxiu Pere Virgili. 
Vilallonga del Camp (Tarragona)



Hacía tiempo que no iba a Villalonga, un agradable pueblecito cercano a Reus, la ciudad donde pasé mi adolescencia y de la que guardo tan buenos recuerdos. Montse Roig, una de mis amigas de aquellos ya lejanos tiempos, enfermera, se acababa de retirar a la tranquilidad del pueblo en el que nació su padre. Con la natural alegría que proporcionan los reencuentros con las amistades de juventud, me acogió en su casa. Hablamos de todo (¡hay tantas cosas para recordar, tantas para comunicar, en los reencuentros!). El tiempo parecía haber retrocedido, como si un misterioso reloj, de golpe, estuviera dotado de marcha atrás. Tras una agradable comida, en la sobremesa,  me espetó: 
- ¿Sabes que en este pueblo tenemos un museo de Cirugía?  
- Ah si? ¿En un pueblo tan pequeño?
- Bueno, hace unos años se reunió material del siglo XVIII entorno a la figura de Pere Virgili, que nació aquí.
De golpe recordé. ¡Es verdad! Pere Virgili, el famoso cirujano del s. XVIII había nacido en Villalonga. Algunos recuerdos me asaltaron de golpe.



Busto de Pere Virgili. Facultad de Medicina de Cádiz. 


Evoqué, entre otras cosas, cuando fui invitado a dar una conferencia a la Universidad de Medicina de Cádiz, donde, a pocos metros de la puerta, te encuentras con un impresionante busto de Pere Virgili, fundador del Colegio de Cirugía de aquella ciudad andaluza, que por cierto usa como escudo el del ilustre cirujano. Y también el magnífico anfiteatro de la Real Academia de Medicina de Barcelona, donde yo tuve ocasión de presentar mi primera comunicación médica, y que está presidido por los bustos de Pere Virgili y de su discípulo Antoni de Gimbernat, otra de las glorias de la Cirugía catalana. 

- Oye, me gustaría ver el museo... podemos ir?
- Claro. Enseguida llamo a Mercè, que es de la Junta del Museo. Hasta hace poco fue médico del pueblo y ahora que se ha jubilado, puede dedicarle mucho tiempo. 

Poco después, Mercè Peri nos recibía amablemente a la puerta del Museo-Archivo, situado en Cal Roso, una de las casas del pueblo catalogada en el Patrimonio Arquitectónico de Catalunya. La primera planta está dedicada a la etnología local y en ella se conservan objetos, materiales y recuerdos de los diversos oficios que se desempeñaban en Vilallonga en el s. XVIII y en la segunda planta está la exposición permanente sobre Pere Virgili y la Cirugía de su época. 


   
A la izquierda, Retrato de Pere Virgili mostrando los planos del Colegio de Cirugía de Barcelona. A la derecha, puerta de entrada a la sección dedicada al ilustre cirujano (Museo-Archivo Pere Virgili, Vilallonga del Camp). 

Mercè había sido médico rural de Vilallonga y ahora, ya jubilada, colabora entusiásticamente con la Junta del Museo, coordinada por Xavier Pujades y Pilar Riera. Además del Museo, nos mostró el monumento a Pere Virgili, situado en la plaza ante la iglesia de Sant Martí (un magnífico y raro ejemplo de arquitectura neoclásica, tan escasa en Catalunya).


  
Monumento a Pere Virgili, en Vilallonga del Camp. A la izquierda, detalle de la escultura. A la derecha, detalle del pedestal con el escudo heráldico de Pere Virgili (el mismo que usa hoy la Facultad de Medicina de Cádiz) 


Si alguna vez vais por el Camp de Tarragona, no dudéis en visitar el Museo. Para ello llamad al teléfono y os lo abrirán. Aparte de la importancia de los objetos relacionados con Pere Virgili que allí se muestran veréis un ejemplo del afán de un pueblo por recuperar la memoria de un personaje local y mostrarlo con orgullo. Vilallonga es un ejemplo para todos. Así es como se construye la cultura local: con esfuerzo, determinación y perseverancia. 


Estuche con escalpelos de cirujano (s. XVIII) Museo-Archivo Pere Virgili, Vilallonga del Camp


En la próxima entrada, hablaremos de la biografía de Pere Virgili y por qué desempeñó un papel tan importante para el desarrollo de la Cirugía. 





 Museu-Arxiu Pere Virgili
Cal Roso 
c/ Pere Virgili 20.
Vilallonga del Camp (Tarragona) 
Tel 977 84 01 01

(Si queréis visitar el museo solicitar que os lo muestren llamando a este teléfono)




Agradecimientos: A Montse Roig, Mercè Peri y Pilar Riera por supervisar el texto y proporcionar algunos detalles para la redacción de esta entrada. 


Reproducción del camarote de Pere Virgili, durante sus viajes a América como cirujano. Obsérvese el armario con los utensilios y el arsenal terapéutico habitual en los navíos. (Museu-Arxiu Pere Virgili. Vilallonga del Camp) 

   
Estuches de cirujano del s. XVIII, con erinas, escalpelos, sierras de amputación y cauterios 
(Museu-Arxiu Pere Virgili. Vilallonga del Camp) 


martes, 9 de agosto de 2016

Carbunco (y V): Las esporas del terror








Marina Abramovic

 Desnuda con esqueleto
(2004)

Performance. 
   




Además de su utilización en conflictos bélicos, las armas biológicas también han sido usadas por los terroristas a partir de la última década del s. XX, como sucedió en 1995 cuando la secta Aum llevó a cabo el atentado con gas neurotóxico sarin en el metro de Toquio.  Cinco años antes esta misma secta había difundido toxina botulínica en el parlamento japonés, y pocos meses más tarde usó aerosoles para esparcir esporas del bacilo del carbunco desde lo alto de un edificio, aunque afortunadamente no causó víctimas. 

Marina Abramovic: Anima Mundi (Pietà) 1983
Las armas biológicas que hasta ahora han usado los terroristas incluyen agentes de numerosas enfermedades infecciosas como el carbunco, la peste, la fiebre tifoidea, el cólera, la brucelosis, la tularemia, varias fiebres hemorrágicas africanas (Ebola, Marburg; de Crimea; Machupo de Bolivia), dengue, encefalitis japonesa, fiebre del valle del Rift, encefalitis rusa de primavera y de verano, encefalomielitis equina venezolana, gripe. La viruela no figura en la lista, ya que solamente hay dos laboratorios en el mundo que están autorizados a manipular este virus: uno en los Estados Unidos y otro en Rusia (y por lo tanto sería muy fácil saber de donde proviene el virus). Los priones, las toxinas botulínica y la enterotoxina B estafilocócica y los ácidos nucleicos infecciosos son considerados de momento demasiado complejos y con alto riesgo en su manipulación como para ser usados por pequeñas estructuras de producción. 


Pero son muchos los productos que pueden ser producidos clandestinamente y de los que se pueden vender algunas cepas a los grupos terroristas. De ahí la gran facilidad de producción del bacilo del carbunco, que lo convierte de hecho en una arma biológica barata y asequible. 

Aparte de la epidemia de Rumania en el año 2000, y de la actual epidemia del Norte de Rusia, los casos de carbunco cutáneo han sido muy raros, y los de carbunco pulmonar excepcionales (en los Estados Unidos solamente 18 casos de 1900 a 1980). 

En septiembre de 2001, Robert Stevens estaba trabajando en Florida para el tabloide The Sun, cuando recibió una carta conteniendo un polvo parduzco. Lo encontró sospechoso, y le pidió a su secretaria que lo tirara. Algunos días más tarde, Stevens comenzó un cuadro febril con alteración del estado general y convulsiones. En Urgencias le diagnosticaron una meningitis, y pudieron constatar la presencia de Bacillus anthracis en el líquido cefalorraquídeo. Stevens murió y en la autopsia se confirmó un carbunco pulmonar con afectación meníngea. La afectación pulmonar de esta patología no se había visto en los Estados Unidos desde hacía más de 30 años. 
Pablo Picasso: Guernica (fragmento)
Museo Reina Sofía. Madrid. 

La primera hipótesis sobre la muerte de Stevens fue la de una contaminación por inhalación de esporas del suelo, pero las muestras de los lugares que frecuentaba mostraron una gran cantidad de esporas en su despacho. El FBI se hizo cargo de la investigación, y descubrió que se habían enviado muchas cartas con polvo de esporas de Bacillus anthracis el 18 de septiembre de 2001, con el matasellos de la estafeta de correos de Trenton (New Jersey). Es decir, las cartas habían sido enviadas una semana después de los atentados terroristas a las Torres Gemelas y ea Pentágono el 1 de septiembre de 2001. Poco después, pudieron identificar un buzón en Princeton cerca del campus universitario, desde donde se habían enviado numerosas cartas a los grandes medios de comunicación americanos. Una de las cartas llevaba un mensaje lleno de faltas de ortografía, que orientaba hacia una pista de terrorismo islamista, y avisaba que iba a haber una segunda etapa, advirtiendo que quien la recibiera debía tratarse con penicilina. La mayoría de las cartas no fueron abiertas. Cautelosamente, se mantuvo el asunto en secreto. Una segunda remesa de cartas procedentes de New Jersey y dirigidas mayoritariamente a senadores demócratas tuvo lugar el 8 de octubre de 2001, cuando ya se conocía la causa de la muerte de Stevens. Solamente una de estas cartas (la dirigida al senador Daschle) llegó a abrirse, y anunciaba claramente que contenía esporas de carbunco. Se analizó el polvo del interior del sobre y tras confirmar la presencia del germen, se administraron profilácticamente antibióticos a todos los que habían estado en contacto y se limpió y descontaminó todo el edificio. 


Edvard Munch. El Grito. 
Aunque no hubo más envíos de cartas contaminadas, comenzó la histeria colectiva. Se enviaron numerosas cartas anónimas (cerca de 10.000) conteniendo falsos polvos inofensivos, con la intención de atemorizar o simplemente para gastar una broma pesada. La práctica de enviar falsas cartas pronto fue practicada en otros países. Solamente en Francia se llegaron a controlar 4.500 cartas sospechosas. 

Se encontraron positividades a Bacillus anthracis en las muestras nasales de algunos carteros. También algunos de ellos llegaron a presentar carbunco cutáneo o pulmonar. Cerca de 33.000 personas expuestas a un riesgo de carbunco recibieron tratamiento preventivo con ciprofloxacino o doxiciclina. En realidad, en los Estados Unidos, se contaron 22 víctimas por ataques con sobres contaminados, y dos de ellas murieron. Los trabajos de descontaminación alcanzaron un coste de un millón de dólares. 

Sobre el origen del ataque la versión oficial del gobierno americano siguió la pista de Al-Quaeda y supuso (sin mucha discusión) que los bacilos procedían de Irak: El 25 de noviembre, el presidente Bush firmaba el Homeland Security Act para prevenir los ataques terroristas contra los Estados Unidos dotando al programa de un presupuesto de 30 millones de dólares, que incluían programas de gestión de ataque bacteriológico, una provisión de medicamentos y vacunas suficientes para hacerle frente en caso necesario y la reactivación de los programas de investigación sobre los posibles agentes patógenos que podían ser usados en estos ataques.  


Benjamin Long. Mural del Banco de América.
 Charlotte (Carolina del Norte)


Pero la verdadera investigación del FBI (conocida como Amerithrax) sobre el origen de las 5 muertes producidas por la bacteria del carbunco se alargó mucho tiempo más, aunque no logró llegar a ninguna conclusión clara. El FBI disponía del polvo de dos de los envíos, el primera dirigido a periodistas que contenía un polvo grosero que causó sobre todo lesiones de carbunco cutáneo y la segunda dirigida al senador Daschle, mucho más fina y peligrosa. Ésta última planteaba la hipótesis de un origen terrorista a pequeña escala, ya que este polvo - con una carga muy importante de esporas purificadas  - estaba preparado para dispersarse rápidamente, tal como se elabora cuando se quiere usar como arma bacteriológica. Dada su alta sofisticación tecnológica, solamente podía proceder de cuatro países: la Rusia ex-soviética, Corea del Norte, Irak y los propios Estados Unidos. El análisis de la cepa de Bacillus anthracis demostró que se trataba de una producción americana. Se barajaron entonces las hipótesis de que fuera un complot de la extrema derecha americana o incluso el resultado de la obra de un científico aislado. Pero las posibles soluciones  a la cuestión no arrojaron resultados demasiado evidentes, aunque la única certeza fue que las cepas provenían del laboratorio especializado de Fort Detrick. El FBI cargó la responsabilidad a uno de sus especialistas, Bruce Ivins, que apareció muerto en su domicilio en 2008 por ingestión masiva de paracetamol y de codeína.

Hace pocos días, el 5 de agosto de 2016, en Bruselas, las autoridades belgas han evacuado parcialmente el ayuntamiento de Saint-Josse después que el alcalde, Emir Kir, recibiera una carta con polvos blancos que se sospechó que eran esporas de bacilo carbuncoso. Unidades especiales de descontaminación y miembros especiales de la policía, bomberos y ambulancias se trasladaron a la zona de Madou. Se hospitalizaron preventivamente 13 personas, ocho por contacto directo y 5 más por contacto indirecto con el sobre en cuestión, para someterse a exámenes médicos exhaustivos y recibir tratamiento preventivo con antibióticos. 

Como podemos ver, el terrorismo biológico es hoy una amenaza real y los ataques con esporas de carbunco siguen estando de plena actualidad. 



Bibliografía

Hugh-Jones ME, Hatch Rosemberg B, Jacobsen S: The 2001 attack anthrax: Key observations. 
https://www.washingtonpost.com/r/2010-2019/WashingtonPost/2011/10/21/Editorial-Opinion/Graphics/2157-2526-S3-001.pdf

Anthrax et maladie du charbon. https://thoracotomie.com/2014/03/23/anthrax-et-maladie-du-charbon/

Broad WJ, Shane S. Scientist's Analysis Disputes FBI Closing of Anthrax Case. The New York Times, oct 9, 2011. http://www.nytimes.com/2011/10/10/science/10anthrax.html?pagewanted=all&_r=2&

Chopra K, Conde-Green A, Folstein MK, Knepp EK, Christy MR, Singh DP. Bioterrorism: Preparing the Plastic Surgeon. 
Eplasty 2011 Nov 23 http://www.nytimes.com/2011/10/10/science/10anthrax.html?pagewanted=all&_r=2&

Weapons of Mass Casualties and Terrorism Response Handbook. Burlington, MA: Jones & Bartlett Publishers; 2006.

Binkley CE, Cinti S, Simeone DM, Colletti LM. Bacillus Anthracis as an Agent of Bioterrorism. A Review Emphasizing Surgical Treatment. Ann Surg. 2002 Jul; 236(1): 9–16. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC1422543/

Sierra X. Ética y experimentación médica en humanos. Actas Dermosif 2011 doi:10.1016/j.ad.2011.03.016  pdf