miércoles, 7 de septiembre de 2016

Carteles sobre sífilis y ETS en la II Guerra Mundial (IV)







Cartel de propaganda sanitaria 
(1940-1945)

Papel impreso 
Diversos archivos y museos. 



Una nueva entrega de carteles de prevención sanitaria de infecciones de transmisión sexual durante la II Guerra Mundial.


   









     

martes, 6 de septiembre de 2016

Carteles sobre sífilis y ETS en la II Guerra Mundial (III)








Cartel de propaganda sanitaria 
(1940-1945)

Papel impreso 
Diversos archivos y museos. 




Como en días anteriores continuamos aportando carteles de prevención de ETS (sífilis y gonorrea) de los años de la II Guerra Mundial.  


 



  






















   

    








     








lunes, 5 de septiembre de 2016

Carteles sobre sífilis y ETS en la II Guerra Mundial (II)







Cartel de propaganda sanitaria 
(1940-1945)

Papel impreso 
Diversos archivos y museos. 



Continuamos hoy con los posters o carteles propagandísticos para prevenir las enfermedades de transmisión sexual (ETS) dirigidos a las tropas durante la II Guerra Mundial. 


  




 


domingo, 4 de septiembre de 2016

Carteles sobre sífilis y ETS en la II Guerra Mundial (I)






Cartel de propaganda sanitaria 
(1940-1945)

Papel impreso 
Diversos archivos y museos. 


Durante la II Guerra Mundial, el Departamento de Propaganda de los EEUU no se limitó a editar carteles de tipo político e ideológico, que incluían caricaturas de Adolf Hitler, General Hideki Tojo o Benito Mussolini. Las fuerzas aliadas decidieron prevenir un enemigo tan peligroso como las bombas del enemigo: las enfermedades venéreas (ETS). 

El temor a las enfermedades venéreas era fundado: durante la I Guerra Mundial, el Ejército había gastado una importante  suma de dinero y perdido casi 10.000 hombres por las bajas causadas por las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS). Únicamente la gran pandemia de gripe española de 1918-1919 causó más bajas por enfermedad que las que se produjeron durante este período bélico. 









Con este antecedente, no es de extrañar que cuando la sífilis y gonorrea se empezaron a extender vertiginosamente entre las tropas al principio de la II Guerra Mundial, el gobierno de los EEUU lanzó una gran campaña de prevención de las enfermedades de transmisión sexual, alertando a los soldados del peligro venéreo. 

Con frecuencia se proyectaban películas a la tropa advirtiendo de los peligros de la prostitución (El film más famoso se titulaba USS VD: Ship of Shame), que se proyectó de forma continuada e insistente. El esquema argumental de estas películas era casi siempre el mismo: Un soldado encuentra a una tentadora prostituta, con la que practica sexo y como consecuencia el soldado adquiere una enfermedad venérea y acude al médico militar de su unidad. 

  

La prostitución era la principal vía de contagio de las enfermedades de transmisión sexual (ETS) y la relación entre prostitución y las entonces llamadas "enfermedades vergonzosas" era casi absoluta. Por este motivo, la mayoría de carteles van dirigidos a avisar del peligro en el que se incurría si se mantenían relaciones con prostitutas. Algunos carteles llegaban a afirmar que el 98% de las mujeres "disponibles" tenían enfermedades venéreas. En algunos carteles se recurre veladamente a consideraciones morales. 

   

Hay que encuadrar todo eso en un momento histórico en el que no se disponía todavía de penicilina, que fue el tratamiento plenamente eficaz de la sífilis. Fue precisamente durante la II Guerra Mundial cuando tres médicos militares norteamericanos (Arnold, Mahoney, Harris, 1945) comenzaron a tratar con penicilina a los soldados afectos de sífilis en las tropas americanas destacadas en el Pacífico. Hasta entonces, los derivados arsenicales (Salvarsan®, Neosalvarsan®) eran la única opción terapéutica real. 


  


En la entrada de hoy y en algunos días sucesivos aportaremos una colección de carteles de propaganda sanitaria para la prevención de las enfermedades venéreas, especialmente sífilis y gonorrea. 




  





viernes, 2 de septiembre de 2016

Las ojeras de Madeleine





  Ramon Casas i Carbó

Au Moulin de la Galette. Madeleine.
(1892)

Óleo sobre lienzo 117 x 90 cm 
Museu de Montserrat. Monasterio de Montserrat.


Ramón Casas y Carbó (1866 - 1932) fue un dibujante y pintor catalán célebre por sus retratos, caricaturas y pinturas de la élite social, intelectual, económica y política de Barcelona, Madrid y París. Fue diseñador gráfico y sus carteles y postales contribuyeron poderosamente al nacimiento del modernismo catalán.

En París, donde tradicionalmente pasaba muchas temporadas de otoño-invierno, cultivó la pintura de cafés. Los cafés eran uno de los motivos favoritos de la pintura que se realizaba en París en los últimos años del s.XIX. La pintura de los ambientes de cafés y cabarets era en sí misma un poco escandalosa, ya que todo el mundo sabía que eran locales frecuentados por prostitutas, alcohólicos y drogadictos. 

Este es el precisamente el tema de este cuadro de Casas, que originariamente se titulaba Au Moulin de la Galette (Exposition des Indépendents, París 1892) y Au bal (Sala Parés, Barcelona 1892), pero enseguida aparecieron otros títulos para denominar el mismo cuadro: Celos (Ilustración Artística, 1893, p. 332); Louise, L’absinthe, remedando el cuadro homónimo de Degas; La mujer del cigarro, etc. El título Madeleine fue propuesto por Utrillo en la primera exposición antológica de Ramon Casas en otoño de 1900 en la Sala Parés de Barcelona. Finalmente, este es el nombre que ha prevalecido y con el que la obra es conocida en el mundo artístico. 

El Moulin de la Galette era un conocido local de Montmartre que fue inmortalizado por muchos pintores, como Renoir o Toulouse-Lautrec. En este local había un concurrido baile, que se celebraba al aire libre en los meses estivales. En invierno se utilizaba un barracón para resguardarse algo del frío, que es el que aparece en la obra de Casas

El cuadro Madeleine, de Casas, en su integridad.


La composición de la obra es extraordinaria. El tercio superior nos muestra un gran espejo en el que vemos reflejado la fiesta que tiene lugar en el espacioso local, decorado con grandes lámparas. En la galería de la parte de arriba podemos ver también algunas personas mirando y pasando el rato. Casas usa en este espejo una técnica casi impresionista, buscadamente borrosa, que en algunos puntos casi parece un boceto, que destaca con el detalle que luego usará en la figura central. 

La figura que preside el cuadro es la de una muchacha joven, que fuma un habano y que recostada displicentemente sobre una mesa, ha pedido una copa de licor - tal vez absenta - para consumir de forma solitaria. En la concepción burguesa de la época, una chica fumando y bebiendo sola  en un local sórdido era forzosamente identificada con una prostituta. La postura de Madeleine, su mirada fugaz y descarada, delatan a la perfección que está intentando ligarse a algún caballero.  O tal vez vigila, celosa, a alguno que departe con alguna competidora. 

Casas había vivido en Montmartre - entonces un barrio periférico de París habitado sobre todo por gente modesta y bohemios - y había frecuentado sus tugurios. Por eso refleja a la protagonista, Madeleine, con una mezcla de pena y ternura. La muchacha aparece con el moño despeinado, y su aspecto denota fatiga y tristeza. 

En su rostro, muy pálido, destacan unas profundas ojeras. Poco se sabe de cual es la patogenia de las ojeras, nombre popular de la hipercromía idiopática del anillo orbitario, aunque es conocido que se asocian al insomnio, a la fatiga y a algunas enfermedades como la sarcopenia (síndrome consuntivo) con pérdida del tejido conectivo periorbicular. En su aparición tienen especial importancia también factores constitucionales y genéticos. 

Madeleine de Boisguillaume, la protagonista de este cuadro  fue modelo de Toulouse-Lautrec y frecuentaba asiduamente Le Moulin de la Galette. También fue pintada por Rusiñol (En los caballitos) aparece en otras obras de Ramon Casas: Celos y Concurrente del Moulin de la Galette. De ella sabemos que, de día, su oficio era el de lavandera o costurera, que compatibilizaba con la profesión de modelo de los artistas de Montmartre. 


Ramon Casas i Carbó - Modernisme català: 











jueves, 1 de septiembre de 2016

El cáncer de escroto de los deshollinadores







George Ramney


Retrato de Percival Pott

 (1788)

Óleo sobre lienzo. 220 x 289 cm. 

Hunterian Museum. Royal College of Surgeons. Londres. 




En el s. XVIII las casas se caldeaban mediante el fuego de los hogares y de las estufas. Ya en aquel tiempo Londres era una ciudad polucionada por el humo de miles de chimeneas.

  
Las chimeneas necesitaban una limpieza periódica para eliminar el hollín e impedir que se incendiaran. Un gran número de deshollinadores trabajaban en la ciudad realizando esta función. Para pasar por las chimeneas, solían ser pequeños y ágiles (muchos de ellos eran niños) y frecuentemente iban semidesnudos para evitar quedar enganchados por la ropa en el interior del estrecho conducto. 


Pyke Koch. "El deshollinador", óleo sobre panel, 1944.
Gemeentemuseum (La Haya, Holanda)
El contacto constante con el hollín y las sustancias derivadas de la combustión del carbón y de la madera les predisponía a padecer con frecuencia una úlcera, un cáncer del escroto que fue descrito por primera vez por Percival Pott. Se trataba de la primera vez que se describía un cáncer producido por un determinado ambiente profesional. 


Percival Pott (1714-1788) fue un importante cirujano inglés. Desde muy joven formó parte de la Compañía de Cirujanos Barberos (1736) y pudo así ejercer la Cirugía. Desde 1744 trabajó en St. Bartholomew's Hospital de Londres. 

Introdujo diversas innovaciones en la Cirugía de su tiempo. Por ejemplo, redujo mucho el uso de escarificantes y de cauterios y inició nuevas técnicas quirúrgicas. Se le considera el padre de la ortopedia. Describió la fractura de Pott (a partir de una fractura que él mismo protagonizó) y describió la afectación vertebral de la tuberculosis, y que desde entonces se conoce como mal de Pott. Escribió un libro sobre hernias, que se convirtió en un clásico. Entre sus alumnos destacó el famoso cirujano John Hunter.


En 1755, Pott observó que muchos deshollinadores presentaban una úlcera tórpida en escroto. Le llamó la atención la localización y que todos fueran del mismo oficio. 

"En la parte inferior del escroto, donde produce una llaga superficial, dolorosa, de mal aspecto, con bordes duros y elevados que en poco tiempo invaden la piel del dartos, y las membranas del escroto, y alcanza el testículo, que crece y se endurece…" 


Sir Percival Pott.
Así llegó a la conclusión que el hollín acumulado en la ropa interior y el gran poder de absorción de sustancias de la piel del escroto propiciaban este mal. La profesión de deshollinador se iniciaba en Inglaterra desde la infancia, lo que le hizo sospechar que pasaba cierto tiempo desde la exposición al hollín y el desarrollo de la enfermedad. La observación de los efectos del humo de las chimeneas le hizo desconfiar del humo del tabaco y alertó sobre su posible peligro. 

A partir de esta observación, Pott describió gráficamente las penosas condiciones en que trabajaban estos operarios, que requerían que los niños escalaran por estrechas chimeneas todavía calientes. A pesar de su insistencia las disposiciones legales sobre el trabajo de los niños en este sector no llegaron hasta 1840, año en el que se prohibió que los menores de 21 años trabajaran limpiando chimeneas. Aunque la sanción por incumplir la ley era muy escasa, y se siguió explotando a los niños deshollinadores hasta que en 1875 otra ley más rigurosa, acabó con la práctica de contratar niños para este menester.

Hoy sabemos que el hollín contiene benzoantracenos, así como otras sustancias carcinogénicas como arsénico, cadmio y cromo. La relación entre el hollín y el cáncer de escroto se ha demostrado posteriormente por numerosos estudios, que han señalado también que las personas expuestas al hollín pueden también presentar otros cánceres de piel en otras localizaciones, así como cáncer de pulmón, de esófago y de vejiga.

El cáncer de escroto de los deshollinadores fue el primer cáncer profesional descrito, aunque ya en 1713 Bernardino Ramazzini había ya descrito el carácter profesional de ciertas enfermedades. Posteriormente se descubrieron otros muchos cánceres profesionales debidos a la exposición a diversas sustancias. Unos 20 productos y mezclas son hoy considerados cancerígenos profesionales probados; aunque hay que señalar que hay un número similar de sustancias químicas sobre las que existen sospechas muy fundadas de que son también cancerígenos profesionales. Aunque el cáncer profesional es en gran medida una enfermedad prevenible se estima que un 2-8 % de todos los casos de cáncer están vinculados al desempeño de una determinada profesión.  




Bibliografía: 

International Agency for Research on Cancer. Soot, As Found In Occupational Exposure of Chimney Sweeps, IARC Monographs on the Evaluation of Carcinogenic Risks to Humans, Volume 100F. Lyon, France: World Health Organization, 2012. Disponible también en línea

National Toxicology Program. Soots, Report on Carcinogens, Thirteenth Edition. Triangle Park, NC: National Institute of Environmental Health and Safety, 2014. Disponible también en línea

Tostado FJ La siguiente chimenea la limpias tú!  Historia, Medicina y otras artes. https://franciscojaviertostado.com/2015/01/28/la-siguiente-chimenea-la-limpias-tu/


      Chim Chim Cher-ee de Mary Poppins 
      (Versión en español) :