domingo, 12 de febrero de 2017

Dalí y el ADN (I): La doble hélice de la vida.






Salvador Dalí

Paisaje de mariposas 
(El gran masturbador en un paisaje surrealista con ADN )
(1957) 

Óleo sobre lienzo 64 x 44 cm
Colección privada



Salvador Dalí (1904-1989) estaba muy interesado por diversos temas, entre los que destacaba la filosofía y la investigación científica. Entre sus amistades se encuentran los matemáticos Matila Ghyka, Thomas Banchoff y René Thom; los Nobel Dennis Gabor, Severo Ochoa, Ilya Prigogine y James Watson; los científicos españoles Juan Oró y Jorge Wagensberg, y muchos otros a quienes consultó puntualmente sobre temas que quería desarrollar en su obra. El artista participaba habitualmente en encuentros y debates de científicos, escritores e intelectuales. Para algunos de ellos cedió las instalaciones de su Museo-Teatro de Figueres. El artista decía de sí mismo que era mucho mejor escritor que pintor. Por los libros de Dalí que he podido leer, he de reconocer que es un destacado escritor. 

DNADali
Fragmento de "Paisaje de mariposas" o “El gran masturbador en paisaje 
surrealista con ADN”, de Salvador Dalí.
La fascinación de Dalí por la ciencia fue una constante desde su juventud. Leía ávidamente todo tipo de textos sobre las más recientes investigaciones. Leía continuamente revistas como Scientific American o Science and Invention. Cuando murió, en su mesita de noche estaba el libro What is life?, del físico Erwin Schrödinger. La ciencia era su musa - según él mismo afirmaba - y así se puede observar en toda su obra, donde las estructuras atómicas, los ácidos nucleicos y otros muchos avances del s. XX están presentes con frecuencia. No se puede entender plenamente la obra de Salvador Dalí sin la tener en cuenta la influencia de la ciencia. El ADN fue uno de sus principales iconos, al que le rindió un culto casi religioso. De hecho, la doble hélice del ADN estaba bordada en la túnica con la que le enterraron en el Museo-Teatro Dalí, de Figueres, por disposición expresa del pintor.

Cuando los científicos James Watson (1928) y Francis Crick (1916-2004) revelaron la estructura del ácido desoxirribonucleico (abreviado como ADN, o en su grafía inglesa DNA) y su capital importancia para la transmisión genética, Dalí quedó fuertemente impactado. Además estaba empeñado por representar la tridimensionalidad en sus pinturas y la estructura en doble hélice aumentaba todavía más su interés. 

Modelo de la cadena de ADN
Tan solo cuatro años después del descubrimiento de Watson y Crick, Dalí pintó esta obra, titulada Paisaje de mariposas (también conocida por El gran masturbador en un paisaje surrealista con DNA). La pintura representa al Gran masturbador (un personaje onírico, en el que se reconoce un autorretrato más o menos deformado del pintor) en un paisaje llano y yermo, con el mar que se atisba al fondo, en una franja costera fértil. El primer término de la obra está ocupada por una gran estructura de ADN rodeado por una turba de mariposas de diversas especies. La mayoría de estas especies de lepidópteros son comunes en el Empordà, comarca en la que nació y vivió buena parte de su vida Dalí. Podemos reconocer entre ellas a la mariposa de los nabos (Pieris napi), la de los cardos (Vanessa cardui), o la mariposa pavo real (Aglais io).

La representación del ADN será a partir de entonces un leit-motiv repetido con frecuencia en la obra de Dalí. Aparece en multitud de pinturas, dibujos, grabados y litografías, como veremos en entradas sucesivas. Para Dalí, el ADN representa la molécula de la vida, de la transmisión biológica, y en cierto modo, de la inmortalidad. 




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