lunes, 7 de agosto de 2017

Las bacterias de las esponjas de cocina






Yves Klein

Esponja azul sin título
(1957)

San Francisco Museum of Modern Art 



Yves Klein (1928-1962) fue un artista contemporáneo encuadrado en el movimiento Neo-Dadá, con un concepto personal del arte. No intentaba transmitir la belleza, ya que según él, la belleza ya existe en todas partes. Tomaba objetos cotidianos inundándolos con un solo color, obsesivo e intenso. En 1957 comenzó su época azul y se fijó en las esponjas como objeto al que dedicó numerosas esculturas y pinturas. Algunas de estas esculturas-esponja están en el museo Solomon Guggenheim, el Centro Pompidou de París o en el Museo de Arte Moderno de San Francisco. También hay otras formando parte de importantes colecciones privadas de arte contemporáneo. 

Partiendo de la obra de este artista comentaremos algunos aspectos de estos objetos cotidianos, las esponjas, que frecuentemente se usan en los baños o en las cocinas. 

Las esponjas de cocina por su naturaleza porosa y por su capacidad de almacenar agua constituyen un medio de cultivo óptimo para la proliferación de bacterias. Los   microorganismos provienen de los restos de alimentos, de las superficies con las que han contactado previamente o incluso de nuestra propia piel, donde prolifera una  importante microbiota. 

Recientemente un trabajo de unos microbiólogos alemanes publicado en la revista Scientific Reports (julio 2017) demuestra que cada centímetro cúbico de esponja contiene millones de gérmenes. Y este es el material que usamos para "limpiar" la vajilla. 

Los científicos analizaron la población microbiana de 14 esponjas de cocina usadas, tomando de todas ellas muestras der la parte superior y de la parte inferior. Obtuvieron así 28 muestras para su estudio.

Como resultado de su investigación, encontraron una gran cantidad de microorganismos inofensivos, pero también hallaron ADN de algunos gérmenes potencialmente patógenos, como enterobacterias (EscherichiaCitrobacterLeclercia), generalmente responsables de infecciones intestinales. En cambio en las esponjas nuevas, que no habían sido usadas, no constataron la presencia de gérmenes potencialmente patógenos. 


(A) Esponja de cocina    (B) Escala : 1 mm    (C) Composición de la microbiota de las esponjas de cocina (20 especies más frecuentes) 


El género bacteriano más abundante fue Moraxella osloensis. Las bacterias del género Moraxella se han detectado con frecuencia en la superficie de los fregaderos, puertas de las neveras y hornos, superficies que suelen limpiarse con esponjas y estropajos. Estas bacterias también se encuentran como parte de la microbiota de la piel humana, por lo que el contacto con las manos puede ser la fuente de Moraxella en las esponjas. Además, se ha sugerido que esta bacteria es la responsable de mal olor típico de la ropa húmeda y sucia de las lavanderías y de los estropajos usados. Cuando tu esponja huele mal, la culpa es de Moraxella.

Para una mejor higiene, los científicos recomiendan cambiar de esponja frecuentemente (cada semana sería lo más conveniente); y tras su uso proceder a aclararlas con lejía o un producto de limpieza de vajillas y escurrirlas bien  











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