lunes, 14 de agosto de 2017

Las enfermedades venéreas en la obra de Lope de Vega (y II)






Interior de la casa-museo 
de Lope de Vega

Calle Cervantes. Madrid



Aunque en muchos pasajes de la obra de Lope se pueden reconocer descripciones de la sífilis, el llamado "mal francés" es citado explícitamente en 4 ocasiones:

"Dios le guarde la salud 
de los peligros de Francia" 
(El mayorazgo dudoso, acto 1º)

En la comedia Juan de Dios y Anton Martín cita el hospital que para enfermedades venéreas se fundó en Madrid. Mucho más tarde, en el s. XIX y principios del XX este hospital fue uno de los lugares clave para el desarrollo de la especialidad en España: 
"para los enfermos  
del mal de Francia tocados 
va fundando un hospital"
(Juan de Dios y Anton Martín, acto 3º)

Lope incluso llega a ir a un prostíbulo en el que amenaza a las prostitutas con que su destino es ir al hospital de Antón Martín: 

"Cuando a ser viejas llegáis 
...
venís a morir ¡cuitadas! 
de un hospital a las puertas. 
Con excesivos dolores, 
dais voces, llagadas y hechas 
un muladar de gusanos"
(Juan de Dios y Anton Martín, acto 2º)

El hospital de Antón Martín no debía de ser del todo desconocido para Lope. El ambiente del hospital de venéreas es descrito vívidamente: 
"Voces oiréis y gemidos 
quejas, ascos, impaciencias"
(Juan de Dios y Anton Martín, acto 3º)

De todos modos, la sífilis era una enfermedad terrible. Estaba muy extendida y contraer el mal francés equivalía a una muerte segura en pocos años. El miedo a adquirir la sífilis debía ser muy grande:
"Y dime, ¿esas mozas son 
coto o pasto general?.... 
Dígolo porque hay lisión 
destas de arambel y arca 
que deja a un hombre más marca 
que le ponen a un frisón"
(El genovés liberal, acto 2º)

La causa de la sífilis era, naturalmente desconocida. Según las teorías médicas en boga en el s. XVII, determinados humores fríos podían producirlas: 

"¿Tocaste alguna? 
                   - ¡Y que tal! 
Mas con la humedad del río 
pegóme cierto humor frío 
que doy voces y ando mal" 
(La serrana de la Vera, acto 1º)

Con el nombre de bubas se conocían los bultos redondeados que aparecían en la sífilis. Durante la fase primaria de la enfermedad las podemos interpretar como adenopatías y se localizaban en general en las ingles. Pero también algunas asentaban en la cara. Naturalmente la adenopatía regional deriva de la localización del chancro primario. Si el chancro se situaba en labios o lengua como consecuencia de alguna felación, podía muy bien ser que aparecieran adenopatías submaxilares o en otros lugares del cuello. 


Grabado en el frontispicio de una de las obras
de Lope de Vega 
Pero algunas de las bubas del rostro podían ser gomas de la fase terciaria de la enfermedad. De estas bubas nos dice Lope que tienen el mismo oficio que los barberos: rapar y pelar, refiriéndose a las lesiones alopécicas que producían (La próspera fortuna de D. Bernardo de Cabrera, acto 1º)

La sífilis era ya en aquel tiempo una enfermedad mal vista, considerada vergonzosa, por lo que los que la tenían intentaban por todos los medios disimular y achacar los síntomas a otros males mejor tolerados: 
"¡que no hay hombre buboso que no diga 
que su mal procedió de un resfriado!"
(Juan de Dios y Anton Martín, acto 3º)

Tal vez por esa razón, el poeta recomienda en Fuenteovejuna recurrir a eufemismos y que a los enfermos del mal de bubas se les mencione diciendo que "están resfriados":
"Andar al uso queremos:  
Al bachiller, licenciado, 
... 
al buboso, resfriado"

En cuanto a los tratamientos realizados a los enfermos del mal francés, no encontramos muchos comentarios en los textos de Lope. Solamente en La Dorotea hallamos este pasaje: 
"Del azogue se ha visto que, sangrando a un hombre que con él le habían curado del mal de Francia, salió por la vena abierta, mezclando sangre y plata en aquellos pequeños globos que parecen perlas" 
Una curiosa descripción de los tratamientos mercuriales que durante tanto tiempo se preconizaron para tratar la sífilis. 


Bibliografía: 

Albarracín, A. La Medicina en el teatro de Lope de Vega. Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Instituto "Arnaldo de Vilanova". Madrid 1954. 

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