lunes, 13 de noviembre de 2017

San Martín y el leproso






Círculo de Konrad Witz 

San Martín cortando su capa
(circa 1450)

Óleo sobre tabla
Museo de Arte de Basilea



La lepra ha sido una de las enfermedades sobre las que han pesado los mayores tabús. Tal vez por esa razón, durante siglos se evitó representarla de forma demasiado realista. En muchas de las representaciones medievales (románico, bizantino, gótico) se recurría a cubrir la piel de los leprosos con unos puntos simbólicos que poco o nada tenían que ver con el aspecto real de los leprosos. Incluso en el renacimiento podemos ver este tipo de eufemismo pictórico. 

Sin embargo en esta tabla suiza del s. XV vemos un leproso con lesiones bastante realistas. La tabla está dedicada a San Martín de Tours, realizada por un seguidor o discípulo del suizo Konrad Witz, para un retablo destinado a la iglesia de Sierenz, en Alsacia. En esta obra se muestra a San Martín, soldado, montado a caballo, cortando con su espada una parte de su capa para dársela a un mendigo semidesnudo, en las mismas puertas de la muralla de la ciudad francesa de Amiens. 

Según la leyenda, esta misma noche Jesucristo se apareció al santo en sueños, llevando sobre sus hombros el trozo de la capa que poco antes el piadoso militar había regalado al mendigo. La lectura era fácil: era a Jesús quien había socorrido Martín, en una gráfica práctica de una de las bienaventuranzas evangélicas. 

En la composición de la tabla destaca la línea vertical integrada por el mendigo, San Martín y la escultura apoyada sobre la columna (que simboliza la divinidad), marcando así el mensaje que se intenta transmitir: la enfermedad sólo se puede curar por la misericordia divina, o por la mediación de algún santo, como parece sugerir el mendigo, que dirige su mirada suplicante hacia el santo

Detalle del mendigo, que presenta lesiones
bastante realistas de lepra 
El pordiosero - tal vez para hacer más patente su marginación y desgracia -  es presentado como un leproso, y a diferencia de en otras ocasiones su enfermedad es presentada con cierta verosimilitud. En su cuerpo destacan diversas lesiones abultadas, compatibles con los lepromas que pueden observarse en la enfermedad de Hansen. 

Pero tal vez lo que más llama nuestra atención es la evidencia de la afectación nerviosa a nivel periférico, con poliartritis y la neuritis periférica dolorosa con caída del pie, y sobre todo la afección del nervio cubital con una deformación de la mano en forma de “garra”, es decir, con dificultad para estirar los dedos o, incluso, la imposibilidad de hacerlo (especialmente el 5º dedo, que aparece flexionado. 

El indigente se ayuda de unas tablillas para desplazarse, signo evidente de la dificultad que experimenta para deambular y presenta algunas úlceras y zonas vendadas de las piernas, que permiten presumir posibles lesiones o traumatismos, comunes en las zonas anestésicas de los leprosos. 

En cambio, no se aprecia de forma clara ni la “facies leonina” (tan característica de esta enfermedad), ni la presencia de lóbulos engrosados en la oreja, ni tampoco la destrucción del cartílago nasal, que son signos frecuentes de lepra lepromatosa. 


Bibliografía

Ortiz A. Pintura e infección: San Martín cortando su capa. Fundación Io. http://fundacionio.org/art/pictures/december10.html

Doña F. La capa de San Martín y el mendigo leproso. Siguiendo a Letamendi. https://letamendi.wordpress.com/tag/san-martin-de-tours/

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