lunes, 19 de marzo de 2018

Cáncer de mama en una obra de Miguel Ángel








Miguel Ángel Buonarruoti

La Notte
(Tumba de Giuliano de Médicis)


Escultura de mármol 
Sacristía Nueva. 
Iglesia de S. Lorenzo. Florencia




Florencia es una ciudad que he visitado un sinfín de veces y donde me encuentro muy a gusto. Pasear por sus calles, fijarme en los pequeños detalles que abundan en ellas, charlar con sus gentes en plazas y mercados... como en el mercado de San Lorenzo, donde se encuentran buenos artículos de piel. 

Pero hoy no vamos a hablar del excelente cuero florentino, sino de la iglesia que preside esta plaza. La iglesia de San Lorenzo de Florencia es una de las muchas visitas obligadas que cualquier amante del Arte debe realizar en esta bellísima ciudad toscana. 

En la Sacristia Nueva de esta iglesia -un maravilloso recinto diseñado por Brunelleschi- se encuentran las tumbas de la familia Médicis, tan ligadas al poder político florentino. Fueron encargadas a Miguel Ángel que desarrolló su programa escultórico en el que se retrata tanto la psicología de los personajes como un rico simbolismo alegórico. 


Tumba de Giuliano de Médicis con las esculturas del Día (derecha) y la Noche (izquierda)


En el sepulcro de Giuliano de Médicis aparece la efigie de este personaje totalmente encuadrado entre columnas. Está sentado, semidesnudo como los dioses romanos, con la cabeza ladeada y con una mirada decidida en la que se adivina un hombre de acción, en contraposición a la otra tumba del recinto, la de su hermano Lorenzo de Médicis, más introvertido, que aparece retratado en una actitud pensativa y melancólica. Miguel Ángel realiza un acertado retrato psicológico de ambos personajes.  

Centrémonos ahora en la tumba de Giuliano. Bajo su estatua hay dos esculturas, con evidente intención simbólica. Representan el Día y la Noche, y es fácil colegir su intencionado paralelismo con la vida y la muerte. Las figuras están recostadas, en una posición que recuerda las estatuas fluviales helenísticas. A la derecha, el Día aparece como un musculoso personaje masculino, con la cara desdibujada y semioculta, dando a entender que está deslumbrado por los rayos del sol. O por la incertidumbre de la vida que a cada uno le toca vivir. La otra escultura representa la Noche, una figura femenina recostada, relajada como si se dispusiera a dormir. 


El pezón de la figura de la Noche, con una retracción que no deja lugar a dudas


Si la contemplamos detenidamente, nos llamará sin duda la atención los pechos de la mujer que representa la Noche. No son los pechos turgentes y tersos, como podemos ver en muchas otras esculturas. Son pechos deformados, con un pezón retraído característico y el volumen general del seno parece menor que la del otro lado. Es el aspecto que suele tener el cáncer de mama.  

Algunos historiadores del arte, desconocedores de los signos patológicos, han buscado múltiples explicaciones. La Noche representaría una mujer de edad avanzada, de pechos fláccidos; o bien que la conocida homosexualidad de Miguel Ángel haría que conociera mejor la anatomía de los cuerpos masculinos que la de los femeninos... Pero ninguna de estas hipótesis parece verosímil. 

En mi opinión, las figuras del Día y de la Noche representan la contraposición de la vida y de la muerte. Nada más indicado pues, que representar la Noche, a punto de dormir el sueño eterno, y presentando una patología como la del cáncer de mama, que aunque no debía de ser excesivamente frecuente en el Renacimiento, era de pronóstico infausto. 


Michele Ridolfo del Ghirlandaio: La notte. Palazzo Colonna. Roma


La sintomatología de esta figura se ve con mayor claridad todavía en la versión pintada que hizo Michele Ridolfo del Ghirlandaio y que se encuentra actualmente en la colección del Palazzo Colonna de Roma. La representación de la Noche nos parece idéntica a la de Miguel Ángel, lo que hace pensar que o bien se inspirara en la obra del genial escultor o bien que una misma modelo posó para ambos artistas. En este caso es presumible que la modelo presentara esta enfermedad. En la versión de Michele Ridolfo del Ghirlandaio, el pezón aparece todavía más hundido y la mama presenta un aspecto retraído que sugiere un endurecimiento, lo que iría en favor de que el cáncer estaría en un estado más avanzado. 













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