miércoles, 21 de marzo de 2018

Luis XIV (I): enfermedades de juventud







Charles Le Brun 

Retrato de Luis XIV de Francia


Óleo sobre lienzo 
Museo Nacional del Palacio de Versalles





Luis XIV de Borbón, rey de Francia (1638-1715) fue el monarca absoluto por antonomasia. Su largo reinado fue el más largo de la historia de Francia (72 años). 

Convencido de su autoridad divina, se rodeó de una corte barroca y teatral donde cada acto, por nimio que fuese, se revestía de un ritual dirigido a sacralizar al máximo la figura del monarca. Así el despertar, el desayuno, el momento de vestirse o de ponerse la peluca eran presenciado por un buen número de cortesanos que se consideraban muy afortunados de que el soberano les dispensara tal privilegio. Y más todavía si tenían una función especial, como el encargado de llevarle la levita o el distinguido con la función de despertarle. Tan codiciadas eran estas prebendas que incluso se tuvo que recurrir a dos ceremonias de despertar: el "petit léver", el despertar real del monarca, presenciado por un reducido círculo de gentilhombres de estricta confianza, seguido luego por otros rituales de aseo, que también eran realizados ante los espectadores. Luego, el rey simulaba volverse a dormir y era despertado al cabo de poco en una ceremonia teatral a la que acudía un grupo mucho más numeroso pero menos selecto de cortesanos ("le grand léver").  Las ceremonias, verdaderos rituales de adoración al monarca se sucedían hasta la cena, que tenía lugar poco antes de las 10 de la noche. El rey cenaba bajo la mirada arrobada de sus cortesanos, que se agolpaban en la cámara y seguían con atención todos sus gestos y palabras. Un grupo selecto de elegidos tenía el privilegio de acompañarlo al dormitorio, donde tenía lugar el último ceremonial: "le coucher du Roy" 


Paul Philippoteaux: La prolija etiqueta real en el dormitorio de Luis XIV

Esta continua representación teatral, tan propia del barroco, hizo de la corte de Luis XIV una de las más complejas y deslumbrantes de Europa -no en vano se le conocía como "el Rey Sol"- en la que el monarca marcó la moda y los usos de su época. El rey era de escasa estatura, y para corregir su aspecto acostumbraba a usar zapatos de tacón. También usaba unas abigarradas y largas pelucas, que también realzaban su figura. Ni que decir tiene que todas estas novedades fueron imitadas a pies juntillas por todos los cortesanos, marcando una moda que caracterizó a su tiempo. 

Aquí no entraremos a comentar los aspectos políticos y bélicos de su reinado, sino que nos ceñiremos a su historia clínica, a las enfermedades que aquejaron a su persona en el curso de su vida. 

Luis XIV, hijo de Luis XIII y Ana de Austria, nació el 5 de septiembre de 1638 tras veinte años de infertilidad matrimonial. Los reyes habían hecho todo lo que podían para propiciar el parto: votos solemnes, fiestas y peregrinaciones religiosas, prácticas piadosas, consejos de médicos y de mujeres expertas en natalicios... Por eso el parto despertó una gran expectación. Al nacer, el niño presentaba una curiosa anomalía: nació ya con dientes, concretamente con los incisivos. Ante este hecho sorprendente, no es de extrañar que en la Corte se considerara que el nacimiento fuera un auténtico milagro, e impusieron al principito el sobrenombre de Dieudonné (Concedido por Dios). 


Luis XIV, niño


El nacimiento había tenido lugar en domingo, día dedicado en la Antigüedad al Sol, y por esta razón se comenzó a relacionar al joven Luis con este astro. Más tarde el esplendor de su corte daría más razones para esta vinculación, hasta el punto de que se le conociera con el apelativo del "Rey Sol" 


Decoración de la verja del palacio de Versalles. 
Luis XIV lo consideraba su emblema personal. 
A los 5 años de edad Luis sufrió un accidente. Mientras jugaba en los jardines del palacio, se cayó en uno de los estanques y estuvo a punto de ahogarse. Lo salvaron en el último momento. 

El 9 de noviembre de 1647, cuando contaba 9 años de edad, enfermó de viruela, una enfermedad que causaba una gran mortalidad, y que acabó con algunos de sus familiares. Los médicos se mostraron muy pesimistas en cuanto al pronóstico y 10 días más tarde casi lo desahuciaron. Pero sorprendentemente, el joven príncipe se recuperó poco después. 



Luis XIV fue coronado rey de Francia y de Navarra
el 7 de julio de 1654
El 30 de junio de 1658, ya como rey de Francia y de Navarra, Luis XIV participaba en una acción bélica, el sitio de Bergen-op-Zoom, y allí fue víctima de una grave intoxicación alimentaria. Tan grave estaba el monarca, que el lunes 8 de julio, se le administró la extremaunción y se empezó a preparar su sucesión. Sin embargo, Guénaut, médico de la reina-madre Ana de Austria, le hizo tomar un emético a base de vino con antimonio que, milagrosamente, curó de nuevo al soberano. No sería la única vez que Luis tendría problemas digestivos. Padeció disentería en alguna ocasión y múltiples gastroenteritis causadas por los frecuentes excesos dietéticos a los que le llevaba su voraz apetito. 

Desde su juventud el rey estuvo aquejado de gonorrea, contagiada por alguna de sus numerosas amantes (1655). Aunque la enfermedad fue cuidadosamente ocultada, fue la causa de numerosas molestias durante toda su vida. 



Bibliografía

Luis XIV el rey que nació con dientes  https://www.larazon.es/cultura/luis-xiv-el-rey-que-nacio-con-dientes-LE16475178?sky=Sky-Marzo-2018#Ttt19vtpmf4EZATj

Mazé J. La cour de Louis XIV. Hachette. Paris 1945








1 comentario:

Joyce Hillary dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.