viernes, 16 de marzo de 2018

Narices operadas







Andy Warhol

Antes y después
(1961) 

Caseína y lápiz sobre tela 
The Museum of Modern Art. Nueva York




En este dibujo de Andy Warhol de 1961 alude al aspecto de una nariz de perfil antes y después de una intervención de cirugía estética. Su título (Antes y después) lo aclara totalmente. Además, es curioso que aparte de modificar el perfil de la nariz, en la intervención desaparece un nevus en la mejilla. 

A principio de los años 60 comenzaron a popularizarse las rinoplastias entre los personajes del espectáculo. Aunque no se prodigaban como ahora, algunas actrices recurrieron a ella, como fue al parecer el caso de Marilyn Monroe.  

Naturalmente la rinoplastia se conocía desde hacía mucho tiempo antes. No nos referiremos a las técnicas quirúrgicas antiguas, cuando ya se usaba la cirugía para reconstruir narices amputadas como castigo, penalización que se practicaba en la India y en otras culturas. 


Jacques Joseph
Podemos considerar que la rinoplastia tal cual se conoce hoy en día comenzó con las intervenciones quirúrgicas de Johann Dieffenbach (1792- 1847), que publicó en Berlín un libro en el que se abordaba el tratamiento del vértice y el dorso nasal mediante incisiones externas. 


Algunas décadas más tarde, Jacques Joseph (1865-1934), popularizó la rinoplastia externa y endonasal. Se trataba de intervenciones cuyo fin era estético, que no perseguían la reconstrucción de zonas dañadas, o estropeadas, por lo que es considerado el padre de la rinoplastia estética. 

La primera rinoplastia que se realizó mediante incisiones en el interior de la nariz, la realizó el cirujano americano John Orlando Roe en 1887. Esta técnica supuso un gran avance ya que las cicatrices de la operación no eran visibles.
Wilfred S. Goodman
Ya en el último tercio del s. XX, Wilfred S. Goodman publicó un importante artículo sobre rinoplastia por abordaje externo (que luego se llamaría rinoplastia abierta) y que supondría un cambio en la técnica de la rinoplastia. Además de hacer incisiones dentro del pabellón nasal, se realizaba una pequeña incisión en la parte inferior de la nariz, y así se podía acceder a la base del cartílago y el hueso de la nariz. Posteriormente el Dr. Jack Anderson contribuiría a perfeccionar y popularizar esta técnica.  A finales de la década de los 80 la rinoplastia abierta se empezó a usar para la rinoplastia secundaria.
En la actualidad, la rinoplastia es una intervención que ha alcanzado una amplia difusión a la vez que es cada vez más segura, más precisa y más perfecta. Se puede reducir el tamaño eliminando el cartílago, cambiar la forma remodelando la estructura ósea, se puede aumentar mediante la inserción de rellenos de tipo silicona o incluso de tejido de otra parte del cuerpo del paciente. Incluso se ha desarrollado la rinoplastia étnica, ya que los cánones estéticos no son los mismos para todas las razas. El estándar de raza blanca no sirve para personas de otras procedencias y muchos cirujanos han tenido que adaptarse a otros modelos de belleza, dependiendo de las circunstancias de cada paciente. 

Lo cierto es que cada vez hay más profesionales especializados que practican esta intervención y hoy en día está al alcance de todos. 



jueves, 15 de marzo de 2018

Son efectivos los geles antisépticos hidroalcóhólicos?








Charles Kay Robertson 

Retrato de Joseph Lister


Óleo sobre lienzo
Hunterian Museum

The Royal College of Surgeons of England. Londres





En el Hunterian Museum del Colegio de Cirujanos de Londres, encontramos este cuadro, que rinde merecido homenaje a Joseph Lister (1827-1912), un cirujano que hizo grandes aportaciones a la medicina, entre las que destaca el concepto de asepsia, la cirugía estéril y la introducción de algunas sustancias antisépticas. Lister introdujo con éxito el ácido carbólico (que actualmente conocemos como fenol)  para esterilizar los instrumentos quirúrgicos y limpiar las heridas, cosas que redujo considerablemente el número de infecciones post-operatorias y posibilitó una cirugía más segura para el paciente. 


Las manos son portadoras habituales de gran cantidad de gérmenes 
Gracias a Lister, extremamos hoy las medidas de antisepsia no solo en los quirófanos sino también en las clínicas y consultorios. Desde el año 2000, al preceptivo lavado de manos se añade frecuentemente una fricción con geles hidroalcohólicos que aseguran una asepsia perfecta.  Un protocolo que se sigue en los hospitales para evitar las infecciones nosocomiales, generalmente ocasionadas por bacterias que se transmiten de mano en mano.  


Pero ¿son realmente eficaces los geles hidroalcohólicos? Hasta ahora se había creído así, pero recientemente se ha detectado una bacteria capaz de resistir a estos antisépticos. Unos investigadores australianos de la Universidad de Melbourne han observado en los últimos 20 años una inquietante evolución de Enterococcus faecium.  Su estudio, publicado en el servidor de prepublicación en biologia bioRxiv muestra que esta especie bacteriana responsable de infecciones nosocomiales ha llegado a ser resistente al alcohol. Para demostrarlo, el equipo del Prof. Tim Stinear ha analizado 139 muestras tomadas entre 1997 y 2015 en medios hospitalarios. Comprobaron así que las bacterias más recientes eran 10 veces más resistentes al alcohol que las colonias de tomas más antiguas. Lo que demuestra que el genoma de las bacterias se ha probablemente adaptado, convirtiendo su membrana en más resistente al alcohol.  Los autores subrayan también en su trabajo que si bien las infecciones debidas a Staphylococcus aureus resistentes a la meticilina habían disminuído en los hospitales, las provocadas por bacterias del género Enterococcus se habían quintuplicado en este período. 

De estos datos se infiere que se debe modificar el protocolo actual de la antisepsia en los hospitales, tal vez usando nuevos antisépticos, aunque no es descartable que nuevamente las bacterias puedan burlar estas medidas, evolucionando a formas cada vez más resistentes que puedan sobrevivir mejor. Sin duda una mala noticia, si se tiene en cuenta que se une al alarmante problema de la resistencia bacteriana a los antibióticos, repetidamente advertida por  la Organización Mundial de la Salud


Higiene de manos con gel hidroalcohólico





miércoles, 14 de marzo de 2018

Tapiró y la piel negra







Josep Tapiró i Baró 

Belleza de Tánger
(1891)


Acuarela. Dahesh Museum. Nueva York



Josep Tapiró i Baró (1836 - 1913) fue un pintor catalán que cultivó sobre todo cuadros de temática oriental. Se había formado en Reus, su ciudad natal, con Domènec Soberano. Más tarde siguió estudios en Barcelona, Madrid y Roma, donde conoció a su conciudadano el reusense Mariano Fortuny (1838-1874), cuya influencia fue decisiva para él. 


Tapiró. Marroquí de raza negra. (1913) 
68.5 x 49cm 
Con Fortuny viajó por primera vez a Tánger en 1871, y comenzó a pintar escenas marroquíes. Tras la muerte de su amigo Fortuny en 1876, Tapiró se instaló definitivamente en Tánger, encuadrándose definitivamente en el estilo orientalista. 

Por orientalismo entendemos una corriente artística derivada del romanticismo, que busca en Oriente un mundo de sensualidad, color y exotismo. En buena parte es un Oriente inventado, o por lo menos imaginado, rico en tópicos y en referencias también del pasado histórico, de la rica cultura musulmana que durante siglos floreció en el sur de la Península Ibérica. 

En las obras de Tapiró aparecen muchos personajes marroquíes: árabes, berebers y también sujetos de raza negra, como la mujer que inicia este artículo. El exotismo de la piel negra (en aquel tiempo muy poco frecuente en España) ejerce sobre Tapiró y otros pintores orientalistas una clara atracción. Algo que en una sociedad multirracial, en el melting-pot actual probablemente no llamaría tanto la atención.

Pero ¿porqué algunas pieles son negras y otras blancas? ¿de qué depende? Básicamente depende de la concentración en un pigmento -la melanina- de la epidermis, la capa más superficial de la piel.  De hecho la etimología de su nombre viene del griego μέλαν (melás = negro). La melanina es un pigmento de color negro que da el color a la piel, el pelo, el iris del ojo...


Aspecto histológico de la piel.  La zona superior, teñida de violeta es la epidermis y bajo ella, de color rosado, la dermis. En la capa inferior de la epidermis (estrato basal) se alinean los queratinocitos. Entre ellos, esporádicamente se ven los melanocitos, las células que sintetizan la melanina. 

En la capa basal de la epidermis se alinean los queratinocitos e intercalándose entre ellos, aunque en número mucho menor, se encuentran unas células con unas digitaciones alargadas, como los tentáculos de un pulpo, llamadas melanocitos. Estas son las células en las que se sintetiza la melanina, que se acumula en unos gránuilos llamados melanosomas. 



Los melanosomas son estructuras bastante complejas que, al madurar, se desplazan por las terminaciones digitiformes de los melanocitos. La melanina es liberada y puede ser incorporada por las otras células del estrato basal, los queratinocitos. Cada melanocito provee de melanina a unos 20-40 queratinocitos, los que están situados a su alrededor.


J. Tapiró. Novia (1900). 
Museu de Reus
Ya dentro del citoplasma de los queratinocitos la melanina se dispone sobre el núcleo de la célula y ejerce así una misión de protección del mismo. El intenso color negro de la melanina filtra la radiación ultravioleta solar y evita parcialmente el efecto que podría ocasionar en los ácidos nucleicos de la célula.  

Así pues la melanina tiene una función protectora. Por eso si nos exponemos repetidamente al sol, nos ponemos morenos, es decir, sintetizamos una mayor cantidad de melanina. El bronceado de la piel no tiene una función estética, sino que es una protección frente a la acción nociva de los rayos ultravioleta solares.  


Josep Tapiró:
Retrato de Darcawi, santón de Marrakech (1895)
MNAC. Barcelona
Volvamos ahora a la pregunta inicial ¿por qué unas pieles son más oscuras que otras? La razón estriba en la medida, número y distribución de los melanosomas en las células de la epidermis. O dicho de otro modo, en la cantidad de melanina que sintetiza cada piel. En los europeos y asiáticos, los melanosomas son de pequeño tamaño (inferior a 0,8 µm de diámetro y frecuentemente solo de 0,1 a 0,5 µm ), y además se encuentran agregados en grupos delimitados por una membrana. En los asiáticos, los agregados son más compactos que en los europeos, lo que produce el efecto óptico de un color más amarillento en la piel de los asiáticos. En los individuos de piel más oscura, como los aborígenes australianos, los melanosomas son mucho más grandes (más de 0,8 µm de diámetro, pudiendo llegar a 1-1,3 µm) y se distribuyen uniformemente por toda la célula.


Josep Tapiró: Perfil de un hombre marroquí
(1876) 
Sin embargo, aparte de su distribución, todos los grupos étnicos tienen la misma composición de melanina (eumelanina). Tampoco nos diferenciamos en el número de melanocitos, que es más o menos el mismo para todos los humanos (1000-1500 melanocitos por mm2). Las diferencias de color de la piel vienen dadas por la cantidad de melanosomas, el tamaño de los mismos y su distribución dentro de los queratinocitos.   

Los únicos que poseen una melanina diferente son los pelirrojos, que poseen una molécula de melatonina diferente, con un átomo de hierro (feomelanina). Tiene mucha menos capacidad de filtro de los rayos ultravioletas, por lo que estos individuos de piel muy blanca, ojos claros y cabello rojizo están muy desprotegidos frente a la luz solar. También presentan frecuentemente efélides (pecas) que revelan la distribución irregular de la melanina en su piel. 



La biología del color de la piel




Josep Tapiró i Baró





Bibliografía

José Tapiró y Baró https://arthistoryproject.com/artists/jose-tapiro-y-baro/

Lalueza Fox C. El color sota la pell. Fundació catalana per la recerca. Ed Rubes, Barcelona 2003

martes, 13 de marzo de 2018

Marie Curie (y V): Monumentos y recuerdos







Bronislaw Krzysztof


Marie Sklodowska-Curie sosteniendo un modelo de polonio


Escultura de bronce
Calle Kolscielna. Varsovia




Tras los artículos dedicados a la biografía de la destacada investigadora Marie Curie (1, 234), aportamos hoy el testimonio de diversos monumentos erigidos en su memoria. El que encabeza estas líneas, está al lado del Multimedia Fountain Park, en Varsovia, su ciudad natal,  es una simbólica escultura de bronce dorado realizada por Bronislaw Krzysztof, que representa a la científica sosteniendo en su mano un modelo de polonio, el elemento que por voluntad de Marie recibió el nombre de su querida patria, Polonia, en un tributo nacionalista a su país. 


Monumento a Marie Curie. Calle Wawelska, Varsovia

Aunque no es este el único monumento dedicado a Marie en Polonia. La científica, nacionalista convencida no perdió ocasión de defender a su patria en los foros internacionales y fue de facto la mejor embajadora que ha tenido Polonia. No es raro pues que los polacos se sientan orgullosos de ella y de las contribuciones que realizó a la ciencia.


Resultat d'imatges de monuments marie curie
Busto de Marie Sklodowska. 
Parque Jordana. Cracovi

Szydl

Así, tanto en Varsovia como en otras ciudades del país se encuentran con frecuencia estatuas, bustos, o placas conmemorativas.  Además de un sinfín de calles, plazas o jardines dedicados a su memoria. Naturalmente en todas ellas figura con su nombre polaco, Marie Sklodowska o bien Marie Sklodowska-Curie. Adjuntamos aquí algunas muestras. 

Escuela polaca de París

También fuera de Polonia, pero con ambiente polaco encontramos recuerdos de Marie, como en la escuela polaca de París, por ejemplo. 

Jardín del Instituto Curie. París. 
Pero no sólo son los polacos los que rinden homenaje a Maria. También encontramos monumentos y estatuas en otros muchos lugares. Especialmente en París, ciudad en la que vivió la mayor parte de su vida y donde se desarrollaron sus investigaciones. En los jardines del Instituto Curie unos bustos de bronce recuerdan a los esposos Curie. Están discretamente colocados y muchos parisienses ni siquiera se han dado cuenta. Llama la atención que , en la placa que al pie de los bustos conmemora su labor, está escrita al revés. Normalmente cuando hay más de un personaje, los nombres aparecen de izquierda a derecha. Pues bien Pone Pierre y Marie Curie. cuando la de más a la izquierda es Marie.  

Zona cultural Universidad  Foshan (Einstein y Marie Curie)


Granada


Otros monumentos son el de la Universidad de Foshan (dedicado conjuntamente a Marie Curie y Albert Einstein).  O en otras muchas ciudades. Añadimos aquí la que podemos encontrar en la ciudad de Granada. 


Y por supuesto, muchas estatuas y biustos enriquecen las colecciones de muchos museos. 






Muzeum Techniki. Varsovia
Burlington House
Escultura de René Chartier


International Museum of Surgical Science. Chicago.





Finalmente, cittaremos las placas de homenaje. Como las de los lugares donde vivió o habitó, escenarios de la vida de la investigadora, como tantas  calles y plazas dedicadas a Marie, en muchas ciudades del mundo. Una forma de mostrar el agradecimiento colectivo a sus descubrimientos que facilitaron numerosos avances médicos. 

 
   



150 años de Marie Curie:














lunes, 12 de marzo de 2018

Marie Curie (IV): los efectos de la radiación







 Lita Cabellut

Retrato del conocimiento humano (inspirado en Madame Curie) 


Técnica mixta
Opera Gallery. Londres 




El descubrimiento de la radioactividad por parte de Marie y Pierre Curie pronto fue explotada comercialmente, aunque ellos no se lucraron con esto, ya que de forma consciente no quisieron patentar el descubrimiento, que entendían que debía usarse en beneficio de la humanidad. 

Pero la radioactividad se puso de moda y se consideraba que tenía un especial "glamour". Empezaron a comercializarse productos variados: pasta de dientes, camisetas térmicas, cosméticos… que anunciaban como algo maravilloso que contenían radio. El uso del radio daba más valor al producto, aunque desconocemos la cantidad de radio en estos productos. Todavía se desconocían los efectos adversos de exponerse a este tipo de radiaciones. 

Anuncios con productos radioactivos


Tampoco Marie y Pierre Curie conocían el peligro que entrañaba la cercanía de la radioactividad. Por eso pasaron largas horas en el laboratorio en contacto directo con materiales radioactivos, sin protección alguna. Como ya hemos comentado, desde 1898 Marie comenzó a notar los síntomas de una radiodermitis, con inflamación, parestesias y aparición de úlceras en los dedos de las manos. 

En 1903, Marie sufrió un aborto espontáneo, probablemente inducido por la exposición al material radiactivo. Antes de eso había nacido su hija mayor, Irene, y más tarde nacería Eve. Otro dato es la importante pérdida de peso de Marie (más de 10 Kg) 


Madame Curie

Pierre tampoco se encontraba bien, y presentaba episodios de fatiga y dolores intensos, aunque su muerte accidental en 1906 no permite saber si tuvo signos claros que se puedan interpretar como consecuencia de las radiaciones. De todos modos no es descartable que su mal estado general propiciara que fuese atropellado por un coche de caballos, muriendo al fracturarse la base del cráneo. 

Durante la I Guerra Mundial, Marie Curie participó en la organización de unidades quirúrgicas móviles capaces de realizar radiografías, que fueron bautizadas con el nombre de Petites Curies. Eran útiles para visualizar las balas en los soldados heridos y comprobar que no había ninguna fractura. Ella misma, desde que obtuvo el permiso de conducir en 1916, recorrió el frente haciendo radiografías, sin protección, a los soldados heridos. Naturalmente, siempre sin ninguna protección.


Arriba, Marie Curie en uno de las "petites Curies", vehículos militares medicalizados
del frente francés, en la I Guerra Mundial, en los que se podían hacer radiografías.
Abajo, esquema de la organización de una de estas "petites Curies" 



.



En 1920 perdió casi completamente la vista, afectada por cataratas probablemente provocadas por la radiación. En 1925 participó en una comisión de la Academia Francesa de Medicina que recomendó el uso de pantallas de plomo y la realización de análisis periódicos de sangre para los trabajadores de las industrias que utilizaban materiales radiactivos, pero ella misma nunca llegó a creer que los investigadores estuvieran expuestos a los mismos peligros y trabajo sin protección toda su vida. Transportaba tubos con isótopos radioactivos en su bolso y los guardaba en cajones de su escritorio. Incluso comentaba la bonita luz opalescente que podía verse si se contemplaban en la oscuridad. 

En los últimos años, Marie estaba muy desmejorada. Había sufrido múltiples problemas renales y respiratorios. En mayo de 1934 sufrió una gripe y su estado empeoró. La llevaron a un sanatorio, donde le diagnosticaron anemia aplástica, probablemente causada por la radiación. Otros opinan que tal vez fuera una leucemia, aunque ocasionada por la misma causa. Marie murió el 4 de julio de 1934, a los 67 años de edad. Sus restos descansan hoy al lado de los de su marido Pierre en el Panthéon de París. Fue la primera mujer en ser acogida en este recinto consagrado a las tumbas de los "hombres" ilustres.

Los cuadernos de notas de Marie Curie están especialmente protegidos
debido a la alta radioactividad que desprenden

Los niveles de radioactividad que soportó Marie durante toda su vida debieron ser altísimos.  Incluso sus apuntes y libros tienen altos niveles de radioactividad todavía hoy. Se conservan protegidos en unas cajas de plomo, en la Biblioteca Nacional de Francia. Tanto es así, que los investigadores que desean acceder a esos documentos no solo deben manipularlos con ropa de protección, sino que tienen que firmar previamente un documento por el que asumen el propio riesgo al exponerse a altos niveles de radioactividad. La biblioteca no asume ninguna responsabilidad al respecto. 


Tumba de los esposos Marie y Pierre Curie en el Panteón de París


Marie Curie: Mini-biography











domingo, 11 de marzo de 2018

Marie Curie (III): luces y sombras






A. Harlingue 

Retrato de Madame Marie Slodowska Curie en su laboratorio
(circa 1910)


Fotografía en blanco y negro
Museo Marie Curie. París. 




Marie quedó muy afectada por la prematura muerte de su marido Pierre. Tenía 39 años y había perdido no sólo a su esposo, sino también a su compañero de trabajo y a su amigo. Incluso sufrió una depresión, aunque quería seguir sus investigaciones y rechazó la pensión de viudedad. La Universidad de París decidió ofrecerle la cátedra que habían creado para su marido. Fue la primera mujer en ocupar el puesto de profesora en dicha universidad​ y la primera directora de un laboratorio de esa institución. Su precedente abrió las puertas a aceptar a otras mujeres: entre 1906 y 1934, la universidad admitió a 45 mujeres, sin aducir su condición femenina como impedimento, como se había hecho anteriormente. 

Arriba: Despacho de Madame Curie. 
Abajo: Laboratorio de Marie Curie. Museo Marie Curie, París.



En la última etapa de su vida, Marie dirigió el Instituto del Radio (ahora Instituto Curie), un laboratorio de radioactividad creado para ella por el Instituto Pasteur y la Universidad de París.​ La iniciativa había partido de Émile Roux, director del Instituto Pasteur, que expresó su decepción porque la Universidad de París no estaba brindando a Marie Curie un laboratorio adecuado y sugirió que ella podría trasladarse a trabajar al Instituto Pasteur.​ Cuando la universidad se dio cuenta que iba a perder una personalidad tan reconocida como la de Marie Curie, accedió a crear un Instituto conjuntamente con el Instituto Pasteur. 


Marie Curie con su hija Irene en el
laboratorio del Instituto del Radio 


Marie pudo así continuar sus investigaciones. En 1910, definió un estándar internacional para las emisiones radiactivas que, años después, fue nombrado curio en su honor. En 1911 volvió a obtener el Premio Nobel de Química.
(esta vez sola) «en reconocimiento por sus servicios en el avance de la química por el descubrimiento de los elementos radio y polonio, el aislamiento del radio y el estudio de la naturaleza y compuestos de este elemento»​  Hasta la fecha, Marie Curie es la única científica galardonada dos veces con el Premio Nobel: de Física en 1903 (con Becquerel y Pierre Curie) y el de Química en 1911, en solitario. 


 Marie Curie, nombrada doctora honoris causa por la Universidad de Birmingham (1913)

De hecho, durante el Congreso Solvay 1911 Marie recibió dos importantes telegramas. Uno de ellos, de la Academia de Ciencias de Suecia le comunicaba la concesión del Premio Nobel de Química. El otro telegrama le notificaba una denuncia por adulterio. 

Marie -que había quedado viuda muy joven- tuvo una relación sentimental con Pierre Langevin, un antiguo discípulo de Pierre Curie, cuatro años después de la muerte de su marido. Marie era viuda, pero Langevin estaba casado y con hijos, si bien se había separado de su mujer. La ex-mujer de Langevin, Jeanne, presentó una denuncia contra Marie por adulterio. 


I Congreso Solvay 1911. Durante este congreso, Marie Curie recibió dos telegramas importantes. Uno de ellos le notificaba que se le había concedido el Premio Nobel por segunda vez. El otro le comunicaba que le habían interpuesto una denuncia por adulterio. Madame Curie aparece en la foto sentada en la mesa apoyando la cabeza en una mano. 


Pierre Langevin
Era el escándalo que algunos estaban esperando. La opinión retrógrada de buena parte de la sociedad del momento, que no veía con buenos ojos que una mujer ocupara puestos tan destacados encontró la ocasión para todo tipo de chismes y maledicencias. Le acusaban de ser una "ladrona de maridos". Era la contraofensiva de los que defendían que el papel de la mujer estaba exclusivamente en la casa, cuidando hijos y esposo. Además Marie no dejaba de ser una extranjera, y Francia vivía una ola de nacionalismo furibundo, xenofobia y antisemitismo. Mujer, extranjera y de comportamiento liberal: un cóctel que encendió a la prensa y enardeció a las masas, que llegaron a apedrear la casa de la ilustre científica. El escándalo fue tan grande que incluso llegó a oscurecer la noticia de que Marie Curie había obtenido el Nobel de Química. Albert Einstein le envió una carta en la que le mostraba su admiración y le daba apoyo frente a tanta calumnia. Ante tanta presión, el romance terminó pronto y Langevin, resignado, volvió a la casa de la madre de sus hijos.





Marie Curie: un portrait